Un centro que investiga la vida extraterrestre tendría que cerrar

"El presupuesto no alcanza ni siquiera para el mantenimiento mínimo de los equipos y el pago de los servicios esenciales. Si esto sigue así en septiembre vamos a tener que cerrar definitivamente". Esta es la advertencia que realizó ayer el director del Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), Marcelo Armat, que funciona desde mediados de la década del '60 en el corazón del Parque Pereyra Iraola, y que con un personal de 35 personas entre investigadores, ingenieros y técnicos se dedica a explorar el cosmos en el hemisferio sur además de buscar señales de vida extraterrestre.
De acuerdo al testimonio de Armat, el Concejo Nacional de Investigaciones Científicas (Conicet), de quien depende el IAR, "asignó un presupuesto anual a este instituto de 93.600 pesos, siendo de que nos hace falta como mínimo 140.000 pesos. Pues de lo contrario apenas alcanza para los gastos fijos de servicios (luz, gas y teléfono) que ascienden a los 5.000 pesos mensuales, es decir unos 60.000 al año, y algunos otros gastos necesarios".

Armat aseguró que "por ejemplo, mantener los dos radiotelescopios -que valen alrededor de 500.000 dólares cada uno- y desarrollar nuevos equipos electrónicos nos representa un gasto fijo de entre 7.000 y 8.000 pesos mensuales. Realmente la situación se complica. Así no podremos seguir".
Cabe destacar que no es la primera vez que las autoridades del IAR reclaman un mayor presupuesto para poder solventar los gastos. Pues en años anteriores el Conicet otorgó mayor cantidad de dinero pero, al parecer, la cifra todavía es considerada insuficiente.
"Nosotros hemos planteado en el mes de mayo el problema al Conicet. Sus autoridades aseguraron que se iba a solucionar, pero sin embargo todavía no hubo respuestas. Ellos aducen que hubo un recorte del presupuesto por parte de la Nación", dijo Armat.
El IAR está ubicado en el corazón del Parque Pereyra Iraola, a 1500 metros del kilómetro 40 sobre el camino Gral Belgrano.

Este es el único laboratorio de América Latina con antenas de 30 metros de diámetro, que funcionan en una frecuencia de 1420 millones de Hertz. En el mundo existen 85 radiobservatorios, de los cuales solo 8 se encuentran en el hemisferio sur. El IAR y otros de Australia son los únicos que poseen receptores capaces de captar líneas de 21 centímetros de longitud de onda.
Hoy por hoy se llevan a cabo más de 20 investigaciones de señales espaciales. Entre los programas más importantes, figura un estudio sobre el hidrogeno neutro de toda la Vía Láctea, que permitirá saber cómo se mueven los cuerpos celestes y cual es su composición física.
Cabe destacar que el IAR se fundó a mediados de la década del '60, cuando la astronomía argentina ocupaba un lugar especial en la comunidad científica mundial y estaba catalogada como la más importante de América latina.
En el '62 el gobierno nacional cedió unas 6 hectáreas del parque Pereyra Iraola para que se instalara la estructura de la primera antena y demás componentes de un receptor destinado a la búsqueda espacial del gas de hidrógeno y sintonizado en la frecuencia de 1420 millones de Hertz. Cuatro años más tarde, el 26 de marzo de 1966, el centro quedó inaugurado.
Actualmente las autoridades del IAR amenazan con cerrar en septiembre debido a que el presupuesto que se les asigna "no alcanza". Si esto ocurre unas 35 personas quedarían sin trabajo, de los cuales 14 son investigadores, 7 ingenieros, y el resto personal de computación, técnicos y de mantenimiento.
"Así no vamos a poder seguir. Precisamos un presupuesto de por lo menos 140.000 pesos", insistió el director Armat.