Los pibes de la calle suben al escenario en busca de otra vida

A comienzos de 1999, Alejandro "Chaca" Ruiz Díaz (18), dormía en la estación de trenes del Once. Por las tardes vendía estampitas en la calle, limpiaba los vidrios de los autos o, directamente, pedía limosnas. Tenía nueve hermanos y una relación difícil con sus padres. Hasta que en la misma estación ferroviaria, otro pibe de la calle le contó que estaba haciendo de actor, con público y todo, y que eso lo estaba ayudando a "rescatarse". Alejandro cuenta que sintió envidia, y preguntó con desesperación a dónde había que ir para hacer lo mismo. Y así apareció, una tarde, en el Taller de Teatro Amanecer, una asociación civil que preside Franco Guili y que está orientada a integrar a niños y adolescentes en situación de máximo riesgo social a la capacitación en técnicas artísticas como medio sanador y recuperador de valores.
Hoy, Alejandro no solo es actor, sino que alcanzó el grado de líder juvenil dentro del programa Amanecer y es también coprotagonista de la obra "Amanecer bajo los Puentes", que el próximo viernes 19 a las 20,30 subirá a escena en el Teatro Argentino de nuestra ciudad a beneficio, justamente, del Grupo casa-taller Amanecer.
"El grupo funciona desde hace 3 años y ya llevamos más de 200 funciones realizadas en capital federal y otras ciudades del país -destacó el director del grupo, Franco Guili- y el viernes será la primera vez que actuaremos en La Plata, aunque seguramente no será la última. Traemos una obra de Armando Tejada Gómez, que cuenta la infancia del propio Tejada, cuando era analfabeto y también un chico de la calle. En el elenco trabajan 16 actores que vivieron en la calle, junto a otros 16 actores independientes, mientras que otros jóvenes, también provenientes de la marginalidad, se desempeñan como técnicos de sonido o iluminación. Así, el teatro se convierte en una importante herramienta social, que le permite a muchos jóvenes conocer otros valores, visualizar otro futuro y hasta obtener una salida laboral".
"Los 16 actores provenientes de la calle -añadió Guili- viven ahora en el Hogar del Programa, que funciona en Del Viso, donde reciben una ayuda integral, y donde pueden capacitarse en artes y oficios relacionados con el espectáculo, ya sea como actores o técnicos. Toda la obra se financia con las propias recaudaciones que el grupo va generando con sus actuaciones, y con la ayuda de los Consejos Nacional y Provincial del Menor".
Desde 1999, cuando se inició el programa, pasaron ya por los talleres de teatro más de 200 jóvenes actores, que se fueron ubicando laboralmente en distintas actividades relacionadas con el teatro, mientras actualmente son más de 60 los que se encuentran en lista de espera para poder ingresar al grupo.
"Paralelamente -señaló Guili- estamos formando el Grupo Amanecer La Plata, donde ya estamos trabajando con 35 chicos en situación de explotación infantil, con quienes estamos ensayando todos los martes en la rotonda de 7 y 32 y en La Pérgola de plaza San Martin. Por ahora, estamos en la etapa de experiencia de la integración, y apuntamos también a convocar a actores independientes platenses para que trabajen con los chicos, como sucede con la experiencia a nivel nacional, con quienes ya se hicieron giras por Santa Fe, Rosario, Entre Ríos, Mendoza y Córdoba, y por ciudades como Rosario, Mar del Plata, Bahía Blanca y Ushuaia. En el grupo nacional que se presentará el viernes en el Teatro Argentino, trabaja también un chico de La Plata llamado Pablo Chanquet, que debutará como todos nosotros en la Ciudad".
Mientras tanto, Alejandro "Chaca" Ruiz Díaz espera con ansiedad el momento de subir al escenario de la sala "Alberto Ginastera" del Teatro Argentino. La vida en la calle para él es solo un recuerdo, ya que además del teatro está completando sus estudios secundarios y espera para el futuro poder recibirse de abogado.
"Mi primera actuación fue en mayo del 2000 -recuerda- y cuando terminó la función me puse a llorar. Al principio me daba miedo, y mientras actuaba me veía a mí mismo mirándome desde la platea, como si fuera otro. Ahora ya no me asusta subir al escenario, porque me siento seguro de lo que hago y además dicen que soy muy bueno actuando. Y con los guiones no tengo problemas, ya que tengo buena memoria y me los aprendo rápidamente".
El "Chaca" cuenta que, de vez en cuando, suele volver a la estación del Once, a la que ya mira "desde otro lugar". Y como líder juvenil que es, se acerca a otros chicos que viven como él lo hacía antes.
"Les digo que yo estaba igual que ellos y que siempre hay una salida. Que es lindo dormir en una cama y comer comida caliente. Yo gracias a la actuación recuperé todo eso, tengo una mejor relación con mi familia, puedo ayudar a mi madre, ir a ver una película a un cine y soñar con un futuro mejor. Y estoy seguro que todos ellos pueden soñar con lo mismo que sueño yo".