El placer de un sorbo más

El día tan esperado para Gimnasia está por llegar. La hora de debutar en la Copa Libertadores se acerca y la expectativa en la gente va en aumento. Y en el plantel pasa lo mismo. Actualmente, entre los triperos hay cinco jugadores que ya jugaron alguna vez este torneo internacional. Ellos son Guillermo Sanguinetti, Claudio Enría, Juan Carlos Olave, Sebastián Brusco y Matías Arce, quienes coincidentemente jugaron una sola vez este certamen y hoy estando en el Lobo lo harán por segunda vez.
Todos aceptan la charla con este medio y empiezan a rememorar lo que fueron sus debuts en la Libertadores.

Aquella primera vez...
A la hora de hacer memoria para recordar esa primera experiencia, el Topo Sanguinetti es quien más tiene que volver en el tiempo. "Yo la jugué en 1988 para Wanderers. Solo estuvimos la primera fase. En esa época creo que de cuatro clasificaban, uno o dos, y jugaban los dos representantes de un país contra los de otro. Enfrentamos a los colombianos, Millonarios y América de Cali, y era duro porque jugabas martes y jueves de visitante".
Enseguida el Caio Enría cuenta su historia. "A mí me tocó jugarla en 1993 con Newell's, y fue una muy buena experiencia. Recuerdo que quedamos eliminados en segunda ronda, nos eliminó el San Pablo de Brasil que era un muy buen equipo" hace memoria el delantero.
A Juan Carlos Olave le tocó jugarla para el Bolívar de Bolivia en 1998. "Tenía 21 años y fue mi debut en una Libertadores. Realmente también fue buena la experiencia, porque hicimos hasta ese momento una de las mejores campañas de un equipo boliviano en la Copa. Quedamos afuera en cuartos de final contra quien terminó siendo subcampeón, que fue Barcelona de Ecuador".
A quien le tocó jugarla en un equipo grande fue a Sebastián Brusco, quien defendió en la edición 1997 la casaca de Racing. "Esa fue mi primera experiencia y la única que tuve hasta ahora, y fue positiva porque llegamos hasta semifinales. Sin dudas que jugar una Copa te deja una experiencia bárbara. Lo importante es poder estar ahí, vivir esos momentos porque las vivencias son muy buenas"
A la hora de contar su experiencia, la de Matías Arce fue soñada, ya que estuvo en el Boca campeón en el 2001. "Tenía 20 años y fui al banco varios partidos y entré poco, pero fue algo increíble. La final con el Cruz Azul de México en cancha de Boca fue inolvidable. Fue muy lindo porque yo era muy joven y me acuerdo que esa noche explotaba la Bombonera".

La ansiedad de la segunda
Es el momento, más allá del recuerdo, de hablar del presente y de como llega Gimnasia a la Copa. Sobre esto Brusco señaló, "el plantel llega bien. En estas últimas semanas se ajustaron todos los detalles, y hoy todos los muchachos están bien, aunque la verdad va a estar cuando empiece la competencia".
Ahora es Olave quien toma la palabra. "Yo creo que el grupo se preparó bien y vamos por el buen camino. Después todo se va a sacar a relucir en base a los resultados y a como estemos el día del debut. Creo que si somos un equipo ordenado, solidario en todas las líneas y equilibrado, podemos dar pelea.".
En tanto Enría añade, "estamos con muchas ganas de jugar y ojalá podamos hacer las cosas bien como queremos. Va a ser fundamental también aprovechar los partidos que tenemos en nuestra cancha y hacer valer nuestra localía como la van a hacer sentir el resto".
Para Sanguinetti se cumple la meta de jugar la Libertadores con Gimnasia después de varios intentos frustrados. "Volver a jugarla es importante, pero lo más importante es que Gimnasia está en este torneo tan prestigioso después de tantas veces que la buscamos y no se nos dio por muy poco. Ya estamos adentro y ahora queremos tratar de seguir adelante". A su turno, Arce dijo: "Gimnasia se preparó bien, todo el equipo está mucho mejor que el año pasado y realizó una muy buena preparación. Los refuerzos también fueron muy buenos y se están conociendo con el resto".

Los mitos de la Copa
Siempre se habla de todo lo que rodean a los partidos coperos. El clima, la presión en los hoteles y jueces a veces muy localistas. "Creo que solamente se juega contra los equipos, todo lo demás que rodea debe quedar aparte, por ahí puede influir un poco, pero vos jugás contra once jugadores igual que vos. Lo que pasa es que esos equipos por ahí de local se hacen muy fuertes y van todos para adelante. También a veces las condiciones climáticas en algunos lugares son importantes", comenta Brusco.
Para Olave las cosas son diferentes y cree más en ese clima copero. "Te tenés que preparar, más allá de jugar, para un montón de condimentos que tienen esta clase de partidos y esta clase de copas. Es algo similar a lo que ya vivimos en Bolivia".
El Caio, que además jugó dos Conmebol con un título incluido, agrega que "ante todo tenemos que estar muy concentrados y pensar solo en jugar. No tenemos que entrar en nada de lo que pase afuera, que en esta clase de competencias a veces influyen. Ya quedó visto en Uruguay en los amistosos".
El Topo también sabe de ese clima enrarecido que se forma a veces. "En todos lados te hacen sentir eso. Cuando jugué esa vez la Libertadores, en Colombia estábamos en un hotel cinco estrellas, pero teníamos seguridad en cada pasillo, a las 3 de la mañana se juntaba gente afuera con bombos, había música a todo lo que da durante toda la noche. Es decir, están esas artimañas".