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Caso Landauro: una testigo clave denunció amenazas

Ayer empezó el juicio por el crimen de una joven en barrio Hipódromo. Acusan a un policía

Caso Landauro: una testigo clave denunció amenazas
25 de Febrero de 2003 | 00:00
La testigo principal, que al comienzo de la causa fue el detonante para que se ordenara la detención de Víctor Canteros (26) por el crimen de Maribel Reyes Landauro (29), ayer cambió su declaración y desvinculó al acusado por el caso de la joven que fue asesinada el 15 de julio de 2000, en una pensión del barrio Hipódromo.
En rigor, Patricia Carina Rodríguez -cuñada del imputado- para sorpresa de la fiscalía de Juicio, a cargo del doctor Javier Guzmán, afirmó en el estrado que nunca mencionó el nombre Víctor en su declaración, que sólo escuchó gritos desgarradores de una mujer, que esa noche varias veces exclamó: 'no...no', como si alguien estuviera golpeándola.
De inmediato, la fiscalía le pidió al tribunal que le leyera la declaración de primera instancia, donde la testigo aparece relatando que escuchó a la víctima gritar: 'soltame Víctor, no...no'".
Rodríguez, a pedido de la fiscalía, reconoció su firma en la declaración que brindó ante el oficial Carlos Amato en la comisaría octava.

TEMOR
Al ser interrogada sobre esa declaración, la testigo acusó al policía de haberla amenazado con meterla presa y que para salir de esa situación firmó sin leer lo que el oficial había escrito.
El oficial Amato -que debía declarar hoy- fue convocado a declarar de urgencia ayer, tras las acusaciones efectuadas por Rodríguez.
El policía, que había sido convocado por el fiscal de la causa, Antonio Raimundi, para participar de la instrucción, negó rotundamente lo denunciado minutos antes por Rodríguez y aseguró que le tomó declaración con todas las garantías que prevé la ley, ante un testigo, y que antes que firmara el acta se le leyó íntegramente lo que había expuesto.

CAREO
Ante esas contradicciones, la fiscalía pidió un careo entre ambos. Y tanto Amato como Rodríguez -enfrentados cara a cara en el estrado- se mantuvieron en sus términos.
Luego del careo, el fiscal pidió la detención de la testigo por presunto falso testimonio y omisión de prestar auxilio, ya que en su declaración Rodríguez también explicó que luego de escuchar esos gritos en la pensión donde vivía se fue a dormir, sin pedir ayuda.
El Tribunal Oral Criminal I de La Plata -integrado por los jueces Samuel Saraví Paz, Guillermo Labombarda y Patricia de la Serna- no hizo lugar a la detención de la testigo, pero adelantó que en su momento, seguramente cuando se conozca el veredicto, dispondrán si es necesario las medidas investigativas que correspondan.
Durante la jornada de ayer, también declaró como testigo Juan Budiño, el hijo de un ex diputado nacional que estuvo vinculado a la causa, pero luego sobreseído en forma definitiva.
El joven contó como era su relación con la víctima y sus actividades durante la noche del crimen, sin aportar datos de relevancia para el esclarecimiento del hecho, a pesar del intenso interrogatorio efectuado por los abogados defensores de Canteros -Oscar Salas, Diego Lacki y Fernando Monticelli-.
El juicio oral y público se reanudará hoy, a las 8,30, en los tribunales penales de 8 y 56, con el relato de más testigos del caso.
Reyes Landauro había llegado a nuestro país desde la localidad peruana de Huanchay. Aquí trabajaba como empleada doméstica y estudiaba inglés en una academia privada.
Los forenses determinaron que la joven presentaba múltiples heridas en la cabeza -una fractura en la base del cráneo de dos centímetros y medio-, algunas de ellas compatibles con las producidas por la suela de un calzado de goma.
En la cara tenía varios golpes, realizados por compresión o roce con una superficie dura.
En el cuello tenía una herida cortante de ocho centímetros de largo por dos de profundidad. En forma paralela a ese corte hay un moretón, según los forenses, generados por compresión manual.
También hallaron escoriaciones en sus brazos y hematomas en sus manos, posiblemente producto de una intensa actividad defensiva.
Fuentes de tribunales indicaron que la joven peruana fue primero golpeada con mucha fuerza en el rostro, a trompadas y contra el piso. Cuando ya estaba contra el suelo, sufrió de algunos puntapiés en la cabeza.
Además conjeturaron que la chica quiso defenderse y le arrancó algunos cabellos al homicida, cuando con sus manos, intentó estrangularla, para luego con el fin de asegurarse el resultado la degolló con un cuchillo, se presume de de hoja pequeña y muy afilada, ya que el corte no presenta irregularidades, según se indicó.
La pelea fue muy corta y violenta. Se cree que la chica cayó rápidamente al piso y no pudo resistirse más de unos pocos minutos.

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