Tuzzio reconoció que está peleado con Ameli

"Se están diciendo un montón de pavadas y cosas increíbles que involucran a nuestras familias y quiero parar con esto. Nuestra pelea con el Coco tiene que ver con plata, todo lo que se dice es mentira. Este distanciamiento no va a afectar nuestra continuidad en el club como se comenta, los dos nos vamos a matar por River". Las palabras de Eduardo Tuzzio ayer por la noche en el programa "Un buen momento", de Radio La Red, intentaron parar una ola inmensa de rumores y trascendidos de una ruptura entre los dos defensores que había traspasado el plano de lo privado para convertirse en una cuestión institucional.

Nervioso y casi con la voz temblorosa, el defensor confirmó que está peleado con su compañero (y amigo desde los tiempos que jugaban juntos en San Lorenzo) Horacio Ameli, algo que se sabía desde hace un tiempo y advirtió que no llevarían esa cuestión personal al plano del juego. "Es una amistad de muchos años que se rompió, nada más. Si en una amistad no sumás pasan estas cosas, pero no hay nada más. No nos vamos a ir del club, ni nos tienen que despedir de la Copa. No nos van a rescindir el contrato. Los rumores son muchos, no entiendo, hace rato que venimos jugando y tiramos para el mismo lado", respondió el defensor.

Tuzzio además dijo que no ve ningún problema en seguir jugando con Ameli. "Eso no tiene nada que ver, yo cuando entro al rectángulo, dejo todo por el equipo y por mis compañeros. Soy un tipo profesional y nadie puede dudar de eso, ni de mí ni de él. Los dos queremos ganar y dejar todo por el equipo, la Copa, el campeonato. Además ya jugamos un montón de partidos juntos y ganamos y festejamos con todo. Contra San Lorenzo no jugué por una contractura y él porque estaba suspendido. Ahora si Leo me ve para jugar yo estoy, eso lo maneja el entrenador".

A MUERTE CON EL EQUIPO

Sobre si se puede solucionar el tema personal entre ambos, Tuzzio le dijo a la Red que "veremos qué pasa. Con el tiempo puede ser que se solucionen las cosas. Es bastante feo que una situación así se mezcle tanto, que se metan con mi familia y con la de él, es muy desubicado. El día de mañana van a decir que soy homosexual o cualquier otra cosa. No sabía que había tanta mala leche en el periodismo".

Finalmente Eduardo Tuzzio dijo que el grupo no tiene nada que ver con el tema, ni tomó partido por alguno de los dos en esta pelea: "Una cosa son los temas personales y otra los grupales. Acá el equipo está bien y quiere tirar para adelante para ganar cosas. No hay nada raro, no veo el motivo para que digan que por eso nos vamos a despedir de la Copa y del torneo. Paren un poco. Perdimos contra San Lorenzo nada más, se pudo ganar también. No tenemos el mismo trato fuera de la cancha, pero adentro no cambia en nada, nos vamos a matar los dos por el equipo".

UNA HISTORIA LARGA

Desde hace varios días una versión de índole privada daba vueltas en el "Mundo River" y la historia acabó por hacerse pública cuando el fin de semana varios programas de chimentos convirtieron el rumor en un suceso público. La noticia de un distanciamiento entre los dos futbolistas por un conflicto muy íntimo hizo eclosión en el seno de un equipo que venía en baja a partir de los dos últimos resultados.

Este inconveniente tuvo su primer correlato en la realidad cuando ambos protagonistas por separado estuvieron reunidos con el presidente de River, José María Aguilar. Con estas charlas intentaron bajarle los sonidos a este lío y todos acordaron que no trasladaran los problemas personales al grupo y que seguirán jugando para que River pueda seguir en la Copa Libertadores y peleando en el Clausura.

La irreconciliable pelea entre quienes eran amigos íntimos desde la época de San Lorenzo, salió a la luz hace un par de semanas cuando uno de los jugadores lo blanqueó ante todo el grupo en una reunión. La sorpresa fue muy grande y el shock que generó en el seno del plantel todavía parece generar problemas. Luego de esa confesión en el grupo tuvo que intervenir hasta el mismísimo presidente del club José María Aguilar para acomodar las cosas que aún están con resolución muy difícil.