Secuelas de una bomba ecológica: Hallan rastros del derrame en napas de Magdalena

Las consecuencias del derrame de petróleo ocurrido en Magdalena parecen no querer desaparecer: a más de seis años y medio de que los barcos Sea Paraná y Estrella Pampeana, de la petrolera Shell, chocaran y provocaran así el derrame de unos 5 millones 300 mil litros de petróleo sobre el Río de la Plata, un estudio encargado por los abogados que patrocinan a los habitantes de esa localidad reveló en los últimos días que las napas freáticas de la zona tienen "una presencia de hidrocarburos de entre 200 y 800 por ciento superior al máximo permitido para aguas de navegación", algo que, según los autores del trabajo, bastaría para poner en peligro la salud de los vecinos de toda esa región.

El estudio, elaborado por un laboratorio privado y que será presentado en los próximos días en el Juzgado Federal Nº 3 -donde se tramita la causa-, se realizó a lo largo de todo 2003 pero se viene a oficializar ahora porque, según precisaron los letrados, "se necesitaban conseguir algunos elementos probatorios antes de presentar el informe ante el juez".

Para Gustavo Morales Oliver, uno de los abogados de los vecinos, con este estudio "se puede acreditar perfectamente que las napas están contaminadas de hidrocarburos por el derrame ocurrido en el 99, algo que resulta clave para la causa".

"SE SOSPECHABA ALGO ASI"

Una vez conocida la noticia sobre los primeros resultados del estudio, Fernando Carballo, intendente de Magdalena y quien está al frente de otro de los 69 juicios desatados contra Shell, afirmó que en el Municipio "lamentablemente se sospechaba algo así. Vamos a esperar a que el estudio se incorpore a la causa y a partir de ahí realizaremos una presentación pidiendo que la empresa petrolera se haga cargo de este desastre".

Tras asegurar que "se van a tomar medidas y prevenir a la población sobre los riesgos de consumir tanto agua de red como de pozo", Carballo comentó que "era imposible que las napas de la región no estuviesen afectadas. Se derramaron más de 5 millones de litros de hidrocarburos y sólo se rescataron 450. ¿El resto había desaparecido por arte de magia? Era lógico que todo ese crudo seguía estando entre nosotros".

Según detalló Morales Oliver, en tanto, en el estudio que viene a poner en evidencia la contaminación de las napas freáticas de Magdalena se analizó el agua de pozo como así también el agua de red, y tanto en uno como en otro se detectó que la presencia máxima permitida de hidrocarburos totales en aguas de navegación es superada aquí "con niveles de entre 200 y 800 por ciento".

Como se recordará, dos días después del accidente ocurrido el 15 de enero de 1999, el hidrocarburo fue ingresando en la zona de arroyos y humedales hasta dos kilómetros tierra adentro y donde aún hoy subsisten los balnearios municipales pero, tal como lo detalló este diario en su edición del 11 de setiembre, también las huellas profundas que dejó el derrame: juncos enanos y delgados, negocios cerrados, árboles todavía manchados y agua aceitosa que se estanca una y otra vez entre las piedras fangosas de la orilla.

LAS CONSECUENCIAS

Para el biólogo Pablo Mesa, los resultados preliminares de este informe "demuestran la gravedad del daño generado en Magdalena", aunque aclaró que las consecuencias toxicológicas para la salud de la población "aún no se pueden vislumbrar, ya que se debe analizar qué tipos de hidrocarburos son los detectados. Lo que sí es indudable es que hay un recurso de agua gravemente afectado y, con él, todas sus potencialidades".

Definido como el mayor derrame de petróleo sobre agua dulce de la historia mundial, el accidente provocó que unos 500 vecinos de esa zona se decidan a entablar una demanda millonaria contra Shell. Lo hicieron por su cuenta y al margen de los juicios encarados por las comunas de Magdalena y Berisso. Es la causa más importante contra la petrolera y, pese a que aún la empresa no fue notificada, reúne al 5 por ciento de los vecinos del pueblo, los cuales solicitan mil millones de pesos para reparar los daños a la salud, a la economía y al medio ambiente del lugar.

De acuerdo con la evaluación realizada en su momento por la ONG Ala Plástica, por su parte, en toda esa zona se pudieron verificar distintos niveles de intoxicación en especies herbáceas, arbustivas y arbóreas. Además, el informe de los ambientalistas destaca el impacto agresivo del petróleo en comunidades de moluscos, crustáceos y larvas, en la fauna ictícola, en las aves costeras y en carpinchos, en nutrias, venados y ganados.

Al momento del derrame, apuntan los especialistas, la costa sufría en varios sitios que fueron analizados "un proceso de erosión irreversible y el crudo se introducía por arroyos hacia el interior del territorio, impactando así sobre las napas superficiales y subterráneas".

A la hora de buscar las causas que expliquen tanto el accidente como el desastre ambiental, no son pocos los que apuntan contra la rotura de los equipos de navegación de uno de los barcos, la ausencia de un doble casco para evitar el vertido de crudo, la falta de equipos para recuperarlo en mar abierto y los trabajos insuficientes realizados en la costa una vez producido el choque.