2 de Octubre de 2005 | 00:00
Una nueva droga que trabaja estimulando la producción
de amilina -una de las hormonas que colaboran para mantener dentro de
los límites normales los niveles de azúcar en sangre- y la aplicación
de insulina a través de inhaladores, representan dos de los desarrollos
más innovadores que se vienen para el tratamiento de la diabetes y que
ayudarían a mejorar la calidad de vida de los pacientes que padecen ese
trastorno, según indicó Federico Justiniani, médico cubano residente en
Estados Unidos, que pasó en estos días por La Plata para participar de
unas jornadas internacionales de Medicina Interna y Clínica Médica organizadas
por el Hospital Gutiérrez.
El especialista indicó que ambos desarrollos atraviesan actualmente la
etapa de aprobación por parte de la FDA (Food and Droogs Administration)
después de completar un largo período de investigación en animales y humanos,
e indicó que en el ambiente médico norteamericano se espera que redunden
en significativas ventajas en el tratamiento de los pacientes diabéticos,
cuya situación preocupa especialmente a los médicos de Estados Unidos
en momentos en que el número de afectados por esa enfermedad aumenta considerablemente
paralelamente al incremento de los índices de obesidad y sedentarismo.
Justiniani, que es profesor en el Centro Médico Monte Sinaí, dependiente
de la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami, Máster del American
College of Physicians y ex director de Educación Médica del Centro Médico
Monte Sinaí de Florida, puso además el acento en la necesidad de prevenir,
controlar los factores de riesgo y mejorar el diagnóstico precoz tanto
de la diabetes como de otras afecciones, tales como la hipertensión y
el colesterol alto.
Precisamente, la prevención de factores de riesgo fue uno de los temas
sobre los que expuso el especialista a su paso por La Plata, donde puso
el acento en la necesidad de concientizar a médicos y pacientes sobre
la importancia de mejorar el control sobre esos factores.
Justiniani también dio una charla sobre síndrome metabólico y participó
de un taller para médicos en el que se debatió en torno al uso temprano
de insulina en pacientes que padecen de diabetes del tipo 2, tema en torno
del cual las opiniones están divididas.
Al referirse al control de los factores de riesgo consideró que es deficitario
aún en los países más desarrollados.
Para graficarlo destacó que en Estados Unidos sólo el 40% de los hipertensos
mantienen un control adecuado de su enfermedad, porcentaje que es del
45% en el caso de los diabéticos. Pero si se considera el control de hipertensión,
colesterol y diabetes en pacientes con riesgo de padecer los tres trastornos,
sólo el 7% está bien controlado.
LOS TRATAMIENTOS QUE VIENEN
Al referirse a las nuevas drogas destinadas al tratamiento de la diabetes,
Justiniani indicó que "se trata de medicamentos muy innovadores porque
su mecanismo de acción es distinto al de los medicamentos conocidos".
Destacó, es este sentido, que las nuevas drogas apuntan a preservar la
función del páncreas y a retardar el uso de insulina en los pacientes
diabéticos.
Explicó, por caso, que una de las drogas -exenatida- estimula la producción
de la hormona amilina, cuya secreción es insuficiente en las personas
que padecen diabetes.
"El páncreas segrega insulina y glucagón. Esta última hormona estimula
al hígado a producir glucosa. La amilia tiene un efecto contrario: inhibe
la secreción de glucagón y en consecuencia ayuda a disminuir la presencia
de azúcar en la sangre", explicó el especialista.
Este adelanto -sumado a la insulina administrada a través de inhaladores-
se da en el marco de un crecimiento del número de diabéticos en Estados
Unidos que llevó a la cifra de afectados por ese trastorno a los 40.000.000.
Justiniani indica que a ese factor se suma la reducción de la edad de
los afectados, lo que lleva a los especialistas a subrayar la necesidad
de prevenir y sobre todo de mejorar el diagnóstico precoz en los pre-diabéticos.
"Lo importante de la detección del pre-diabético es que se pueden estimular
los cambios en el estilo de vida (sobre todo en la alimentación y en la
actividad física) para que no lleguen a convertirse en diabéticos. Para
eso es necesario crear conciencia tanto entre los médicos como entre la
población en general, para atraer a la consulta a aquellos que tienen
factores de riesgo.
Entre esos grupos considerados de riesgo se cuentan los individuos con
obesidad central (concentrada en el abdomen), con síndrome metabólico,
hipertensión o antecedentes de diabetes en la familia. Y a la lista se
suman las mujeres que padecieron diabetes estacional u ovarios poliquísticos.
"Uno de los problemas que se da con la diabetes es que no tiene síntomas.
Entonces el paciente llega a la consulta tarde, cuando ya desarrolló síntomas
típicos como orinar con demasiada frecuencia, tener un apetito voraz o
sed anormal. Hasta algunos recién consultan con problemas en la vista,
lo que representa un desarrollo mayor del trastorno . Es por eso que,
más allá de los adelantos en materia de tratamientos, es necesario poner
el acento en la prevención y en el diagnóstico precoz", indicó Justiniani.
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