7 de Noviembre de 2005 | 00:00
Terminó la Cumbre de las Américas y con el cierre
de esa reunión presidencial, comenzó el tiempo de descuento para
que Néstor Kirchner y Felipe Solá comiencen a delinear los cambios
que introducirán en sus equipos de gobierno para encarar el último
tramo de sus respectivas gestiones.
La mención de los dos mandatarios no es casual. En rigor, aún antes de que las urnas cantaran el resultado electoral, se daba por hecho que habrá "pases" de funcionarios de la Nación a la Provincia y desde La Plata a Casa Rosada. Por eso, las definiciones que adopte el Presidente tendrán repercusión en el armado del futuro gabinete provincial. Y de hecho, el propio Solá reconoció días pasados que habrá "coordinación de políticas con la Nación que podrían incluir a los hombres" que las pongan en práctica.
En cuanto al equipo de Solá, ha comenzado una danza de nombres que prácticamente involucra a todos los ministerios. Y en ese marco, hay ministros que tienen destino fuera del gabinete y otros que podrían cambiar de cartera. Tampoco, como se dijo, se descartan incorporaciones del Gobierno nacional y la posible llegada de algunos intendentes que trabajaron fuerte en el triunfo del Frente para la Victoria.
LOS QUE SE QUIEREN QUEDAR
Si en este proceso de cambios en el gabinete pudieran optar, los ministros de Solá que seguirían en sus cargos serían los de Salud, Ismael Passaglia; Educación, Mario Oporto y Gobierno, Florencio Randazzo. Sin embargo, por lo menos en el caso de los dos primeros, el Gobernador ya tendría decidido que emigren a la Legislatura y ocupen las bancas que obtuvieron en las elecciones de octubre.
Tanto Oporto como Passaglia desearían seguir en el Ejecutivo pero, como se dijo, el Gobernador pretendería que el titular de Salud presida la Cámara de Diputados y que el titular de la cartera educativa se transforme en el vicepresidente del Senado. "Una salida dorada" dicen con sorna algunos felipistas.
Así, se crearían dos vacantes. Para Salud, las versiones más firmes hablan del intendente del Partido de la Costa, Juan De Jesús. Y en Educación, se menciona a Alberto Sileoni, viceministro de la Nación junto a Daniel Filmus. Sileoni sería el preferido de Oporto para la sucesión, en un esquema en el que cambiaría prácticamente a todo su actual equipo. Quienes conocen los movimientos en la dirección general de Educación señalan que Sileoni hasta ahora sería empujado solamente por Filmus, sin la venia de Kirchner. Es en ese marco que comenzó nuevamente a cobrar fuerza el nombre de una alternativa: el de la investigadora educativa Adriana Puigróss.
El caso de Randazzo es distinto. El ministro de Gobierno mantiene una buena sintonía con la Casa Rosada y se lo menciona para ocupar la subsecretaría general de la Presidencia que dejará Carlos Kunkel, electo diputado nacional. Pero en los corrillos de la Gobernación se dice que el ministro político de Solá, ante un presunto ofrecimiento de ese nivel, preferiría quedarse en su cargo por lo menos hasta mediados del año que viene, porque pretende encabezar el proceso de reforma política y del Estado bonaerense que el Gobernador quiere apurar a partir de la nueva conformación de la Legislatura.
Para su posible sucesión hay varios nombres en danza: uno, el del neokirchnerista Julio Pereyra, aunque hay que recordar que mantiene una tirante relación con Solá. También se habla del intendente de General Villegas, Gilberto Alegre, a quien también se nombra como posible sucesor de Eduardo Di Rocco en el ministerio de Justicia. Y el del propio Di Rocco, que podría ocupar así un lugar con perfil político en el equipo de gobierno.
Otro que está cómodo en su ministerio es el titular de Desarrollo Humano, Juan Pablo Cafiero. Pero en los últimos meses se echó a rodar la versión de que desembarcaría en esa cartera un integrante del gabinete nacional, en particular el viceministro Daniel Arroyo. Pero esa alternativa pareció perder fuerza en los últimos días. "El que quiere venir es el propio Arroyo", indicaron fuentes consultadas por este diario. Y recordaron que el funcionario es protagonista de tironeos con otros funcionarios de Desarrollo Social de la Nación, cartera que conduce Alicia Kirchner.
Otro nombre que "suena" es el del intendente de Campana, Jorge Varela, impulsado desde el ala política del gabinete provincial y con acuerdo, se comenta, de varios intendentes del Conurbano.
LOS QUE CAMBIARIAN
El ministro de Justicia Eduardo Di Rocco, es uno de los integrantes del equipo de Solá que pretendería cambiar de aires. Otro que podría abandonar su cargo es el jefe de Gabinete Rafael Magnanini. El ex intendente de Benito Juárez aspira a presidir el Banco Provincia, cargo para el que Solá promueve a Gustavo Lopetegui. Y hay quienes no descartan que, ante posibles complicaciones en el Senado con la aprobación del pliego del ex ministro de la Producción, Magnanini pudiera ser el elegido.
En ese caso, en la Gobernación se menciona a Juan Pablo Cafiero como posible jefe de Gabinete.
El otro dato central para la administración provincial es el posible pase de León Arslanián a la Nación como ministro de Justicia. Si se concretara, le quedará a Solá un enorme hueco en el gabinete por la magnitud y la trascendencia del área de Seguridad.
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