Las historias encerradas dentro de los expedientes

Cada año, en los Tribunales de Familia de La Plata se inician casi seis mil causas que, por la naturaleza de los conflictos que contienen, pocas veces logran ser archivadas. En medio de una fuerte saturación operativa por falta de recursos, aparecen historias dramáticas de padres, madres e hijos que se someten a larguísimas esperas para obtener justicia. Uno de esos casos es el de Iván Dómine, platense de 38 años, que accede a contar su historia de dolor y de espera, que aún continúa. Todo comenzó, relata, con una separación matrimonial que llegó con un acuerdo con su ex esposa para la tenencia de su pequeña hija, de siete años. "Convinimos que por el término de un año iba a quedarse con ella con un régimen de visitas para que yo no pierda el contacto. Fuimos al Tribunal y homologamos este acuerdo", detalla. Sin embargo, a los pocos meses de puesto en práctica ese arreglo, todo cambió. "Yo veía que mi nena estaba muy descuidada. Y un día me puse a hablar con ella y me contó que mientras estaba en la casa de la madre, un familiar había intentado abusar de ella", relata. "Cuando la encaré a la madre para darle la noticia, me dijo que ya lo sabía pero que no lo había denunciado porque no sabía qué hacer y porque se sentía desprotegida. Entonces, acudí inmediatamente a los Tribunales de Familia para que den marcha atrás con el acuerdo y para lograr que la nena venga a vivir a mi casa. En realidad, lo único que yo quería era que salga de esa casa donde estaba sufriendo esa situación", agrega. En el mes de julio de 2005, Iván presentó formalmente el pedido para que le sea devuelta la tenencia de su pequeña hija. "En el mes de septiembre, sin haber tomado ninguna medida y sin fundamentar, el tribunal resolvió otorgarle la tenencia a la madre, que había reconocido que en su casa la nena había sufrido abusos. Una locura absoluta", cuenta. Lejos de quedarse con los brazos cruzados, Iván siguió su batalla para lograr la tenencia de su hija. En noviembre del año pasado, presentó ante el tribunal un recurso de reconsideración, que, de acuerdo a lo que marca la ley, debería haber sido contestado en el plazo de diez días. "Hoy, casi un año después, todavía no tuve respuesta. Mientras tanto, mi hija sigue viviendo con la madre"."NO HAY JUSTICIA" Al lado de Iván, Silvia Villalva, de 32, escucha la historia y asiente con la cabeza. Ella sabe muy bien cómo es eso de esperar durante meses que la Justicia resuelva una situación que no puede esperar. Todo comenzó cuando se divorció de su ex marido. De un día para el otro, quedó en la calle, sin trabajo y sin dinero. Y sin la posibilidad de poder ver a sus hijos, que siguieron viviendo en la casa paterna. "Recurrí a un abogado de pobres y ausentes y le pedí que me ayude a pelear para poder establecer un régimen de visitas porque mi ex marido me negaba la posibilidad de ver a mis hijos. Pero nunca se movió, jamás hizo nada y la causa no avanzaba. La Justicia tardó casi un año en intervenir", relata. Hoy, dos años después, aún espera que en los tribunales de Familia de La Plata decidan qué padre va a tener la custodia de los hijos. "Es indignante -denuncia Silvia-. Tardan años en decidir una cuestión que se tendría que resolver ya, porque hay chicos en el medio, chicos que crecen sin la posibilidad de ver a la madre".