Comenzó el juicio por el crimen de un carpintero

La justicia penal platense comenzó a juzgar ayer a Miguel Osvaldo Cáceres (21), detenido bajo sospecha de haber asesinado de dos puñaladas al padre de un ex jugador de Estudiantes, durante un asalto a su carpintería de City Bell, que luego fue incendiada con la intención de ocultar evidencias.

El debate, que está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata -integrado por los jueces Claudio Bernard, Juan Carlos Bruni y Liliana Torrisi- escucharon ayer el relato de los primeros testigos del horroroso caso que tuvo como víctima Carlos Federico Wagner (69).

Uno de sus tres hijos, a fines de la década del `70 jugó al fútbol en la primera de Estudiantes.

El hombre vivía desde hacía muchos años en un apacible casa del barrio de City Bell, donde se ganaba la vida como carpintero, pero el 28 de diciembre de 2003 su hogar, ubicado en 9 entre Sarmiento y 17, fue arrasado por un incendio.

El cadáver del Wagner apareció carbonizado y luego se supo que murió como consecuencia de dos puñaladas.

Los investigadores creen que los autores del brutal ataque primero irrumpieron en la carpintería, situada en la parte posterior del terreno, y después hicieron lo propio en la vivienda de la víctima.

Los delincuentes, que se llevaron hasta un televisor color, aunque finalmente lo abandonaron en la esquina, no se dieron por satisfechos y supuestamente, con el hombre caído en el suelo, al parecer ya sin vida, juntaron papeles contra unos sillones de pana y los prendieron fuego.

El día del crimen, policías de la comisaría de City Bell, que patrullaban la zona vieron dos muchachos en la zona de 461 y 17, muy cerca de la casa del carpintero, que llevaban una bolsa con varios objetos en su interior.

Fueron detenidos y se descubrió que tenían varias herramientas, cuyo origen no consiguieron justificar.

En ese preciso instante, exactamente a las 6.15, el teléfono de la comisaría de City Bell recibió el llamado de alerta sobre el incendio en la casa de Wagner.

Los Policías no tardaron mucho tiempo en encontrar el cadáver del padre del ex futbolista, que apareció en el living, boca abajo y sin señales de haber repelido un posible ataque de delincuentes.

Para esto, la policía ya había comenzado a sospechar que los jóvenes que estaban detenidos en la comisaría, uno de ellos de 14 años y el otro de 18 (Cáceres), tenían relación con el hecho, ya que en su poder se encontraron distintos elementos de carpintería, un par de anteojos y medicamentos que serían de Wagner.

Esta tragedia comenzó a ser reconstruida ayer en juicio oral y público.

Las audiencias de testigos seguirán hoy, a las 9, en los Tribunales Penales de 8 y 56.