No cesa el misterio por el crimen de la calle 7

Con la declaración de la madre de la joven peruana asesinada y de varios empleados del Ministerio de Economía bonaerense, los investigadores del crimen de Sandra Mercedes Ayala Gamboa (21), cuyo cadáver apareció en una propiedad de la dirección provincial de Rentas, ubicada en pleno centro de nuestra ciudad, intentaron avanzar en las últimas horas en la búsqueda de pistas para esclarecer este misterioso caso.

Sin embargo, de acuerdo a lo informado por voceros calificados, hasta el momento no se han conseguido mayores pruebas y todo parece supeditado al resultado de la operación de autopsia que, como anunció este diario en su edición anterior, se desarrollará en la mañana de hoy en la Morgue Policial.

Para los pesquisas se trata de una prueba de fundamental importancia, ya que podría arrojar los primeros datos sobre el perfil del o los autores del salvaje ataque.

Algunas versiones dieron cuenta que podría tratarse de un violador serial, más puntualmente de una persona a la que se le habrían probado tres ataques de similares características, aunque, si bien se sospecha que la chica pudo haber sido abusada sexualmente, todavía falta la confirmación científica de que eso haya ocurrido.

Ayer la familia de la víctima realizó un breve homenaje en la puerta de la vivienda donde se perpetró el homicidio. Y allí continuaron las preguntas sin respuestas, los abrazos interminables y, fundamentalmente, las muestras de dolor.

Con velas encendidas, imágenes religiosas y ofrendas florales, los allegados a la joven intentaron mantener vivo su recuerdo y se juramentaron no bajar los brazos hasta que se haga justicia.

EL ENGAÑO

Como se sabe, el día en que desapareció la joven, hace ya más de una semana, le habían ofrecido un trabajo.

Fuentes de la pesquisa indicaron que, a través de un allegado a la familia, la chica conoció a una persona que supuestamente necesitaba que le cuiden a los hijos. Y, al parecer, pagaba 10 pesos por día.

A Sandra Mercedes Ayala Gamboa le pareció muy interesante la propuesta, más cuando estaba desocupada y por eso decidió conocer a su futuro empleador.

La cita se pactó en 7 entre 45 y 46, siempre por datos que aportó el vecino, donde, según trascendió, el hombre dijo estar refaccionando su casa.

No obstante, esa construcción iba a servir de escenario para un crimen tan aberrante como macabro.

El cuerpo semidesnudo de la joven apareció tirado en un baño de la planta alta. Sólo llevaba colocado un corpiño y además tenía un lazo anudado en el cuello.

EN BUSCA DE UN FUTURO MEJOR

Sandra Mercedes Ayala Gamboa tenía 21 años y muchos sueños por cumplir. Había llegado desde Perú a La Plata a fines del año pasado para acompañar a su novio, Augusto Díaz (23), aunque quería volverse a Ancón, la ciudad natal.

Según contó su madre, la chica tenía pensado regresar el 20 de febrero, pero cuatro días antes, en circunstancias que aún se investigan, fue ahorcada.

La chica vivía en una pensión ubicada en la calle 44 Nº 544, casi esquina 6, junto a toda la familia de su pareja, de profesión albañil.

Los padres son propietarios de una empresa de transportes y, por dichos de la mamá, siempre le mandaban dinero. Pero ella quería progresar y estaba buscando trabajo.

Paradójicamente, esa necesidad de un futuro mejor la llevó a la muerte. Tras un contacto con un desconocido, que al parecer le iba a brindar esa ansiada posibilidad laboral, se descubrió el brutal asesinato.