Los platenses que disfrutan del espectáculo del cielo

Cientos de platenses se muestran interesados, a diario, en compartir la visión del cielo que se ofrece desde el "techo" de la Ciudad, por conocer los nombres y la historia de las estrellas, sus giros interminables, la practicidad de los mapas del cielo y el uso de instrumentos simples pero poderosos como son los pequeños telescopios. Y es por eso también común encontrar a padres e hijos ingresando al Observatorio de nuestra ciudad con sus propios telescopios para aprender a usarlos y a sacarles provecho.

"Para nosotros -señaló el licenciado Roberto Venero, secretario de Extensión de la facultad de Astronomía de la UNLP- hay algo que nos interesa más que la astronomía, y es que la gente se interese por ella. Aunque no siempre, debido a los árboles del Bosque, se pueda ver todo desde el Observatorio. No obstante, es frecuente que tengamos que proponer listas de espera cada vez que se produce un fenómeno de interés ante la gran demanda del público platense. Y en lo que va del año, pudimos disfrutar de dos fenómenos de gran belleza".

"El primero de ellos -destacó Venero- se dio a mediados del mes de enero, cuando el cometa McNaught nos maravilló con su impactante cola de polvo, desplegada sobre el horizonte suroeste. Una visión hermosa que cambiaba los paisajes, dándole a los atardeceres un acento de luz y un abanico de tenues columnas brumosas. Y aunque apenados por la imposibilidad de observar este prodigio con los telescopios del Observatorio, pero llenos de excitación por ver cambiar al cometa noche tras noche, nos dedicamos a su observación desde distintos lugares. Así corrimos a admirarlo en diferentes escenarios; inesperado entre los edificios platenses, en todo su esplendor en el horizonte abierto del campo, asomando entre las fuentes de la Plaza Moreno, o dando un brillo mágico a un caserío en las afueras. Y así, muchos platenses pudieron disfrutar del espectáculo que propuso el cometa más brillante en cuatro décadas".

EL ECLIPSE DE LUNA

"También hubo otro acontecimiento que causó asombro -recordó el astrónomo platense- y fue el 3 de marzo pasado, cuando oculto detrás de una vigorosa capa de nubes y llovizna, aconteció un eclipse total de Luna. Por la ventaja que tenemos los astrónomos, sobre otros saberes más inciertos, de poder prever los eventos con naturalidad y altísima precisión, ya sabíamos de antemano que iba a ocurrir. Y de hecho, habíamos convocado días antes al público, abriendo las puertas del Observatorio de manera gratuita para todos los interesados en disfrutar del fenómeno".

"Pero lamentablemente -añadió Venero- el atardecer de ese sábado se presentó completamente nublado y hasta alguna llovizna caía sobre La Plata. Descorazonados por perdernos el espectáculo, nos asomamos a la vereda del Observatorio, para encontrarnos con muchísima gente que hacía cola, esperando la hora del eclipse. Y hasta sintiéndonos inexplicablemente culpables por el clima que nos tocaba, debimos aclarar varias veces a las personas de la cola que desgraciadamente no iba a poder verse el fenómeno en esas condiciones".

"Sin embargo -agregó- notamos tanta desazón y miradas de pena, que allí nomás improvisamos, gracias a la pericia y buena predisposición de nuestros guías, cuatro grupos simultáneos y les brindamos un recorrido completo por el Observatorio, mientras la lluvia empapaba intensamente el parque".

"Ante tanto interés genuino y perseverante de los platenses por la Astronomía, que se palpa a diario en los cursos que se ofrecen en el Observatorio del Bosque, pensamos que la gente desea redescubrir el cielo, volver al tiempo en el que el saber del cosmos era para todos y en el que la noche nos hacía protagonistas del drama universal, de secretos y descubrimientos, y de la belleza del cielo que nos rodea".