Frente a la primera ola de frío del año, el sistema energético volvió a atravesar un momento crítico que se reflejó en la decisión de interrumpir exportaciones de gas, alentar a grandes empresas a suspender el turno noche, dejar autopistas a media luz, obligar a las centrales de ciclo combinado a reemplazar gas por fuel oil y pedir a varias provincias reducir su tensión eléctrica.
Así, el Gobierno, a pesar de asegurar que
"hay electricidad y gas suficiente para cubrir la demanda", echó mano de todos los recursos disponibles para poder ahorrar energía y afrontar el récord de demanda.
Las bajas temperaturas, combinadas con el mayor consumo derivado del crecimiento económico, hicieron que las alarmas sonaran con fuerza el domingo y llegaran a "alerta roja" el lunes, cuando a las 19:25 se alcanzaron los 18.267 megavatios, en momentos en que el intenso frío obligó a la población a encender toda la calefacción disponible.
PLAN EN MARCHAEn ese momento, el Gobierno puso en marcha un plan de contingencia que agotó todos los esfuerzos posibles y puso nervioso a más de un funcionario.
Fuentes del sector energético indicaron que en las últimas horas hubo pedidos desde la Rosada a varias provincias para reducir la tensión en hasta un 5 por ciento.
La provincia de La Pampa habría sido uno de los casos, mientras que en las autopistas que comunican la capital federal con la provincia de Buenos Aires se observó en la noche del lunes una notoria disminución en los niveles de iluminación, y también hubo restricciones en Santa Fe.
Algunos hasta sugirieron que no habría prosperado un pedido de la Nación para que se redujera toda la estructura lumínica de la Ciudad de Buenos Aires, pero si la solicitud existió, no pudo ser confirmada.
La enorme demanda eléctrica provocada por el uso de calefactores y equipos de aire, la escasez de gas y la falta de inversión en nuevas usinas se combinaron para dejar el sistema eléctrico al límite.
En el momento más crítico, Cammesa, la firma mixta que administra el suministro nacional, pidió a las distribuidoras instar a sus grandes y medianos clientes a una "restricción voluntaria de demanda" entre las 18 y las 24.
Ante el plan de contingencia, los más de 3,2 millones de usuarios residenciales de Gas Natural BAN y Metrogas no sufrieron problemas de corte de gas.
Es que las distribuidoras cortaron en el momento más crítico los envíos de gas a casi todas las centrales eléctricas que abastece (Central Puerto, Dock Sud, Costanera, entre otras), para garantizar así el normal abastecimiento a los hogares.
Esto obliga a las usinas a funcionar a fuel oil, un combustible más sucio y más caro, que muchos prefieren dejar de lado.
En este escenario complicado, en los próximos días, si las bajas temperaturas persisten, se espera que muchas estaciones de Gas Natural Comprimido (GNC) también estarán afectadas por los cortes de gas.
Por segundo día consecutivo, el frío se hizo notar con significativa fuerza en gran parte del país.
IMPACTO EN LA PRODUCCIONIgual, el sistema energético pudo responder por el momento porque las distribuidoras metropolitanas y del interior del país recibieron la orden de hacer caer la provisión en todos aquellos casos de industrias y comercios que tenían contratos interrumpibles.
Por eso, si bien la mayoría de los hogares continuaron recibiendo energía, hubo un fuerte impacto sobre la producción en distintas industrias que quedaron sin luz ni gas.
Las grandes industrias y las usinas térmicas debieron interrumpir el consumo de gas y reemplazarlo por combustible líquido (fuel oil), y esa adaptación provocó incluso la salida temporaria de servicio de algunas máquinas generadoras (Central Puerto y Costanera).
A esto se sumó la caída de la oferta por la salida de servicio de la central nuclear Atucha I durante el fin de semana, que provocó cortes temporarios del suministro eléctrico en barrios de la capital federal y el Gran Buenos Aires.
PREOCUPACION EN CHILEEn este marco, Chile enfrentó ayer un corte total en el suministro de gas natural desde Argentina -su único proveedor-, y así se puso a prueba su frágil sistema de respaldo para garantizar el abastecimiento residencial en Santiago.
Las reservas acumuladas en los ductos de la empresa GasAndes -que abastece a la región metropolitana de ese país- durarían hasta hoy por lo que una prolongación mayor de 24 horas compromete seriamente el abastecimiento residencial en la capital chilena.
"Ellos están pasando por una situación excepcional que les ha implicado disminuir fuertemente lo que es la generación de gas hacia Chile pero hay un compromiso de que esto se resuelve el día de mañana (por hoy) y nosotros confíamos en ellos", dijo la presidenta Michelle Bachelet, en Helsinki donde realiza una visita oficial.
Chile y Argentina firmaron en 1995 un protocolo gasífero, que establecía que frente a restricciones, éstas debían ser proporcionales entre los clientes de los dos países.
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