Dura crítica por el nuevo sistema de jury

El Colegio de Abogados de la Provincia afirmó ayer que la reciente sanción de una ley que reformó el régimen para el enjuiciamiento (jury) de magistrados bonaerenses constituye un "grave peligro institucional" porque "se vincula íntimamente con la existencia de un Poder Judicial independiente".

En un documento producido a varias semanas de la sanción de esa reforma -que centralmente les da mayor participación a los legisladores en el sistema de jury-, aunque la ley no fue aún promulgada, la institución se mostró "sorprendida" de que "eso ocurra en momentos en que se busca consolidar el Estado de Derecho, como medio de superar las deficiencias estructurales y profesionales que presenta hoy la justicia, afectando la eficacia de su servicio frente a la ciudadanía".

"Nada de lo que se haga será estable y duradero si se asienta en el desconocimiento del ordenamiento jurídico, constitutivo del marco básico mismo en el que se desenvuelven las personas y las instituciones", indicó la entidad que nuclea a los abogados de toda la Provincia, para agregar que "los ejemplos que se ofrecen a diario no pueden tomarse como modelos, ya que raras veces pasan por el tamiz de un procedimiento impoluto y cristalino, al no generarse un leal intercambio de ideas, de buena fe, que llegue a convencernos que quien piensa distinto no es un enemigo sino que, por el contrario, puede ocurrir que enriquezca nuestro propio pensamiento".

La institución subrayó también que la ley que reformó el sistema de jury "sobrevino sin el respaldo indispensable de un debate abierto y participativo. Por el contrario, puso de manifiesto un hecho palpable: el de consagrar su sanción a toda costa, pasando por alto escrúpulos dignos de tenerse en cuenta", y afirmó que "de esa manera, se inclina la balanza hacia la hegemonía del poder político (Ejecutivo y Legislativo), en desmedro de los principios que se sostienen".

"No es de ese modo -se consideró- como habrá de afianzarse, en absoluto, la independencia del Poder Judicial, que no significa solamente la independencia de los jueces en cuanto a estabilidad e intangibilidad remunerativa, sino que pasa por la íntima convicción ciudadana de contar siempre con fallos dictados por magistrados probos e imparciales, exentos de toda presión y condicionamiento, con el único propósito, en definitiva, de rendir con absoluta objetividad tributo a la majestad de la ley".