Dan a conocer el fallo en el caso de fraude con la muerte de una jubilada

El Tribunal Oral en lo Penal I de La Plata dará a conocer hoy, a las 12, en la sala de audiencias de 8 y 56, el veredicto del juicio a un matrimonio acusado de haber concretado una defraudación, se sospecha que luego de la muerte, rodeada de extrañas circunstancias, de Sara Morales de Gorostegui (67), cuñada de un juez civil de nuestra ciudad.

En el debate oral, el fiscal de Juicio de La Plata Rubén Sarlo solicitó penas de un año y tres años de prisión en suspenso, respectivamente, para los acusados Luis Angel Barrientos (45) y Nancy Arias (35).

Además le pidió a los integrantes del Tribunal -los jueces Guillermo Labombarda, Patricia de la Serna y Samuel Saraví Paz- que envíen a la instrucción una "serie de detalles muy importantes que surgieron en el juicio oral y deben ser investigados" para dilucidar cómo murió la señora Morales.

En la acusación, el fiscal consideró a Arias autora de los delitos de "estafa y fraude contra la administración pública"; mientras que a Barrientos le adjudicó haber prestado colaboración en los delitos señalados.

"Se deben remitir copias de estas actuaciones a la Fiscalía de Estado para que desde ese organismo se realice lo pertinente para obtener que vuelva al erario público el dinero de las pensiones cobradas por los imputados de manera ilegal", dictaminó Sarlo en su meduloso alegato.

En tanto, la defensa de los acusados, a cargo del abogado Alejandro Encinas, se conformó con la pena solicitada para su defendida y requirió la absolución de Barrientos, al considerar que no hay pruebas para vincularlo en la comisión de los delitos que se ventilan.

En la segunda jornada del juicio, el doctor Enrique Gorostegui, titular del Juzgado Civil y Comercial 16 de La Plata, dijo que para fines de 2004 llamó por teléfono, sin tener respuesta, a su cuñada Sara Morales para saludarla por las fiestas.

Como no le contestó sus mensajes decidió ir hasta su casa de 47, entre 2 y 3, y allí, en enero de 2005, los vecinos le contaron que hacía tiempo que no la veían y que les llamaba la atención que la casa estuviera tan descuidada, ya que Morales la tenía impecable; y la ausencia de los cinco gatos que tenía, dijo el testigo.

También aseguró que ante esa situación hizo la denuncia en la comisaría primera.

Tras la denuncia, la Policía fue hasta la casa y encontró que todo estaba abandonado y que los cinco gatos estaban muertos en el patio.

Los investigadores sospecharon que estos animales fueron envenenados y comenzaron a plantearse si a Morales le pudieron haber suministrado alguna sustancia letal.

Morales, viuda del destacado arquitecto platense Carlos Gorostegui, vivió cerca de 40 años, en la casa antigua de calle 47, que fue remodelada y ampliada por su marido, quien falleció en el año `97.

En la investigación, se logró ubicar el cadáver de la mujer, que había sido inhumado en el cementerio local, el 12 de agosto de 2004, sin la presencia de familiares ni amigos. A la tumba en que fue encontrada se le había cambiado el nombre por el de un hombre.

También se logró individualizar a Barrientos como la persona que pagó 700 pesos en la funeraria platense para inhumar los restos y a la médica que realizó el certificado de defunción.

Esta doctora, Brígida Von Goecking, fue citada a declarar en la causa y aseguró que, tras un exhaustivo estudio, no notó signos de violencia en el cuerpo de Morales y determinó que la causa de la muerte fue no traumática por un paro cardio-respiratorio.

Al exhumarse el cadáver y realizarse la autopsia, los forenses opinaron igual que Von Goecking.

En otro pasaje de su exposición, el juez Gorostegui le relató al Tribunal que luego se enteró que la imputada cobraba el alquiler de un departamento que tenía su cuñada.

El magistrado narró que lo del alquiler se enteró al consultar con la inmobiliaria que operaba con su cuñada, donde le dijeron que el mes anterior, "la mucama de Morales" vino a cobrar la renta.

Además narró que la empleada doméstica también le cobraba la pensión a Morales.

El juez también reconoció en la audiencia a Arias y al otro imputado, sobre quien indicó que se trataba del esposo de Arias.