"El Pasado": amores contrariados en una película de Héctor Babenco

"El Pasado", filme del director Héctor Babenco basado en el libro de Alan Pauls y que se estrena este jueves en los cines platenses, es la historia de Rimini (Gael García Bernal), un joven traductor quién se separa tras estar casado 12 años con Sofía (Analía Couceyro), su primera novia. La delicadeza con la cual ambos conducen la separación se ve consumida cuando él comienza a salir con Vera (Moro Anghileri), una joven modelo de 22 años que, tras divisar a Sofía besando -a la fuerza- a Rimini, muere atropellada.

Un año después, ya recuperado, Rimini se casa con Carmen (Ana Celentano), su compañera de traducción. Una amnesia misteriosa, producida por el trauma de la muerte de Vera, bloquea de su cerebro los dos idiomas que solía traducir. Ayudado por Carmen, Rimini termina por adoptar el incómodo papel de marido dependiente. El nacimiento de Lucio, su hijo, lo ayuda a reanimarse.

Sin embargo, el matrimonio naufraga cuando Sofía, en un momento de locura, secuestra por algunas horas al bebé de la pareja, después de haber seducido a Rimini a un hotel alojamiento. Rimini no sólo pierde a su mujer: tiene prohibido acercarse a su hijo también.

De brillante traductor y hombre seductor, Rimini se torna en un mediocre personal trainer y amante de una mujer rica y vulgar, Nancy. Al verla con otro hombre, tiene una crisis de celos, intenta destruir el auto de ella y termina en la cárcel.

Es Sofía quien paga la fianza y lo libera. Ella es ahora líder del instituto new age Adéle H., un grupo de "mujeres que aman demasiado". Sofía exhibe a Rimini como un trofeo ante sus discípulas, para comprobar la eficacia de sus teorías sobre la fuerza del recuerdo para el reencuentro de la pareja.

En una reunión del grupo de Sofía, el encuentro y el deseo que siente Rimini por una mujer desconocida lo llevan a descubrir que no sólo recuperó el conocimiento perdido de los dos idiomas, sino también la habilidad de entregarse a un nuevo amor.

RIMINI

Gael García Bernal dice que entiende el filme como una búsqueda del pasado para poder salir de las "inclemencias" del presente. "Siento que es para Rimini esencial volver al pasado, revisarlo, rotularlo, casi casi disecarlo, hacer un ensayo acerca de lo que fue su pasado con Sofía, que es la primera mujer con la que él estuvo_ para poder ser libre de ella y para poder encontrarse a si mismo", sostiene.

"Es un personaje bastante dependiente. Es un personaje para el cual las mujeres y las palabras -en este caso- son su tobogán, su autopista, su tope, su pared, son los elementos que llevan a Rimini del principio al fin en esta película. Con cada una es distinta la relación. Cada una lo va llevando un poco bajo los hilos del destino, lo va llevando hacia dónde él tenía que acabar".

"La primera vez que leí el libro no me imaginé como esto se podría convertir en una película, en realidad. El libro explica muy bien a los personajes, y el cine que explica es bastante aburrido, no se tiene que explicar. En realidad, el cine tiene que mostrar. Entonces, el proceso de interpretación, de transferir lo que está escrito a escribir un guión técnico, para después volver a ser interpretado ya en los lugares, en las locaciones, en los sets, no me cabía, yo no tenía perspectiva para a dónde esto podría ir", confiesa y agrega que todo esto le ocurría porque no había hablado con el director, ya que cuanto esto sucedió la película comenzó a tomar forma en su cabeza. "Y fue inmediato como el personaje Rimini y sus amores y desamores me dispararon una cierta curiosidad acerca de cómo hacer una historia sobre un personaje que necesita rotular, subtitular su vida para así poder seguir adelante".

EXTRAÑO ENCUENTRO

Héctor Babenco cuenta que se "encontró" con la novela del argentino Alan Pauls en 2004 en el aeropuerto de Ezeiza, en una visita a su madre. "Se trata de una obra de alta literatura sobre una pareja que se había amado, con trágicas consecuencias después de la separación y en ese sentido dar con un libro así en un aeropuerto fue como encontrar un lata de cavia en la basura".

"El libro trata sobre la relación de una pareja de jóvenes después de la separación y las consecuencias que el regreso de algo que ya acabó puede tener en el presente. El hecho de que los protagonistas sean muy jóvenes le aporta a la película cierta virginidad, una pureza, una inocencia que la actualiza; pues es una historia a contramano de todo lo que hoy se hace en el cine contemporáneo y hasta de lo que uno imagina que el público quiere ver. Finalmente, la decisión de hacer esta película me sacó un poco del universo en el que estuve por mucho tiempo -el de los marginados-. No hablo sólo de `Pixote', sino también de `El Beso de la Mujer Araña', `Ironweed' y `Carandiru'. Me hizo volver al universo de la emoción, de los sentimientos, a la relación hombre-mujer. Es un libro sobre el sentimiento masculino en relación a las mujeres".

¿Cuál es su visión de Rimini, el protagonista de "El Pasado"?

"Rimini es un personaje trágico, sin salida, en la gran tradición de algunos héroes masculinos de Dostoievski o Camus. Rimini es el representante de una masculinidad más fragilizada, lejos del arquetipo común del hombre viril de la dramaturgia moderna y de la televisión. Es un ser masculino que no es un macho. Se confunde mucho la masculinidad con falta de sensibilidad. Con un personaje como éste, de un hombre que ama a las mujeres, me identifico un poco".

¿Cómo fue la elección de Gael García Bernal para protagonizar Rimini?

"Empecé a pensar en un actor que pudiera tener alrededor de 30 años y ser un joven más taciturno, tranquilo, callado. Pero, por otra parte, no quería un joven que tuviera un lado destructivo, dark o nefasto en relación al mundo. En suma, yo necesitaba un actor que se pareciese un poco a mí. Alguien que, desde muy joven, se hizo muchas preguntas y no encontró muchas respuestas".

¿Cómo se puede definir la relación de amor que se muestra en la película?

"Quien se dispuso a vivir la vida de forma plena como yo, sabe lo que es llevar dentro de sí una Sofía. El amor verdadero nunca muere dentro de uno. Uno puede estar feliz con otra persona construyendo algo nuevo como una familia, pero eso no impide que exista otro amor viviendo en uno, un amor que no necesita ser nutrido de presencia cotidiana ni tener una continuidad física".