Retroceso de la izquierda en las urnas

Aunque siguen siendo mayoría, las fuerzas de izquierda del claustro estudiantil de la Universidad recibieron un toque de atención en el proceso eleccionario, que registró notorios cambios en las facultades de Ingeniería, Arquitectura e Informática (en menor medida Medicina y Humanidades). Se beneficiaron opciones más moderadas de ese espectro y del arco político en general, como la Franja Morada y el peronismo.

Para algunos observadores universitarios, las variaciones de opinión del electorado estudiantil no se derivan sólo del apoyo al discurso político que pueden exhibir las agrupaciones. Según ese análisis, cuando los alumnos van a las urnas evalúan otros asuntos más coyunturales y vinculados a la vida cotidiana de la facultad, como los servicios que ofrece un centro estudiantil y la presencia de alternativas fuertes a los grupos de conducción. De todos modos, en la Franja admiten que su propuesta debe convivir con el desgaste de las estructuras políticas tradicionales ante un significativo sector de la ciudadanía.

LOS CASOS DE INGENIERIA Y ARQUITECTURA

Así las cosas podría concluirse que los estudiantes pueden votar listas de izquierda o a los radicales pese a no compartir el nudo del pensamiento de sus candidatos. En cambio, para el rectorado en este comicio los estudiantes también evaluaron situaciones de un año convulsionado y le dieron la espalda "a la izquierda violenta". En ese lugar se ubicó a la Cepa (Partido Comunista Revolucionario, CCC), cabeza visible del espacio de conducción de la Federación Universitaria y de las manifestaciones que impidieron elegir con normalidad a los decanos y el presidente de la UNLP este año.

Esa agrupación sufrió un duro golpe en estas elecciones al perder su base histórica, Ingeniería, desde la que se proyectó a otras facultades hasta convertirse en la fuerza más poderosa de la política estudiantil. Cayó ante "La Tercera Posición", un espacio con pocos años de militancia que está ligado a los peronistas que integran la mesa de conducción de la Universidad. También sufrió en Bellas Artes, donde mantenía una alianza estratégica con el decanato, pero contra la teoría del rectorado allí creció otro espacio radicalizado, un Frente que integra al trotskismo (PO, PTS).

Los funcionarios radicales de esa mesa también festejaron con la derrota del Frente de izquierda de Arquitectura, otra propuesta con una fuerte presencia de partidos trotskistas y el ascenso de la "chavista" Utopía en Humanidades, una agrupación "amiga" de la presidencia que no ganó ni llegó al consejo académico, pero se ubicó como segunda fuerza detrás de la Cepa.

Salió todo redondo en Arquitectura, la facultad de la que proviene el presidente de la UNLP y algunas piezas clave de la gestión, porque nadie esperaba una victoria de la Franja. El brazo estudiantil de la UCR pudo remontar así la dura caída que sufrió en Veterinaria ante Minga, un grupo que integra la coalición Copa (cercana a los piqueteros del Frente Darío Santillán) y del mismo modo que la Cepa no es de los considerados "amigos" en el rectorado.

SORPRESA EN DERECHO

Un puñado de votos salvó a la Franja de una debacle similar a la de fines de 2001. Después de ganar por un pelo en Arquitectura consiguió también otro triunfo en Derecho en el que no creían ni sus propios dirigentes. La elección dejó al MIU (izquierda independiente, ligada a La Redonda de Periodismo) al borde de dar el gran golpe y sus militantes sembraron la duda sobre la limpieza del comicio.

Todavía quedan por contar votos de dos urnas, pero se calcula en la facultad que no cambiará el resultado. La Franja deberá descifrar ahora cómo fue que de tener todo hace un año estuvo al borde del abismo ante un espacio que ganó notoriedad recorriendo los pasillos y con una denuncia que puso en cuestión la candidatura a decano del profesor y camarista Pedro Luis Soria.

Aún lejos de poner en riesgo el poderío de la Cepa en Medicina, la obtención de un consejero académico por parte de la alianza Franja-Ari podría abrir un nuevo escenario allí con vistas a las elecciones de 2008. Los radicales insistieron con los acuerdos este año y no les fue mal en Informática: junto a militantes ligados al peronismo y el Movimiento Evita desbancaron a Quebracho (Suma). Le queda poco en la UNLP a este sector que se ubica entre los más duros porque volvió a perder en Ciencias Naturales.

El peronismo aumentó este año su inserción pero tiene una encrucijada en Periodismo, donde la Walsh ganó la elección de claustro. Sin embargo, La Redonda confirmó una dura competencia tras obtener una controversial reforma del sistema de elección en el centro de estudiantes, que eliminó del padrón a los alumnos de las subsedes regionales. Esa jugada le permitió retener la conducción de ese organismo y además sentó un precedente que ya estudian agrupaciones de otras facultades dispuestas a tomar atajos para poner en cuestión el poder de adversarios cercanos a los decanatos.