El templo de La Rosa Mística y otra emotiva muestra de Fe

Romina Ferro es una más en la multitud que, frente a la iglesia de la Rosa Mística, lleva rosas en las manos. Allí espera que esas rosas reciban la bendición del sacerdote y se conviertan, así, "en una protección para ella y su familia" cuando vuelva a casa. Romina llega desde Villa Elvira para "pedir y agradecer" a la virgen. Pedirle trabajo y salud, dice. Y agradecer que su abuela, "hasta hace poco muy enferma, recuperó su salud".

La historia de Romina se fundió ayer con otras miles en una de las celebraciones más importantes dedicadas a la Rosa Mística en La Plata: la Fiesta de las Rosas, que llevó, a lo largo del día, a más de 16.000 personas hasta el templo de 54 y 23.

Esa es la cifra que manejaba el sacerdote Jorge Masuelli, quien describió las distintas etapas del acto, "que se inicia con la música de la banda del servicio Penitenciario, sigue con la coronación de las imágenes de la virgen y después con una procesión que va desde la calle 54 hasta 20, desde 20 a 60, de 60 a 23 y de 23 a la parroquia, donde finalmente el sacerdote bendice las rosas de los feligreses".

La coronación tuvo también sus características singulares, ya que las coronas de ambas imágenes fueron vueltas a colocar después de ser restauradas por Suaina Cafrune.

UNA TRADICION DE LOS FIELES

Según explicó Masuelli, "la devoción por la Rosa Mística tiene dos fechas salientes, si bien los fieles llegan a la Iglesia los días 13 de cada mes. Y son el día de la Rosa Mística, que se celebra el 13 de junio, y la fiesta de las rosas, que se recuerda el 13 de noviembre.

¿En qué consiste la celebración? En una tradición según la cual ese día todos los peregrinos llevan hasta el templo al menos una rosa para hacerla bendecir por los sacerdotes. "Después las llevan a sus casas como protección", explica Masuelli.

¿Porqué la rosa? "Porque es la flor más noble y porque su nombre remite a la Rosa Mística, que es un regalo que Dios hizo a la humanidad", expresó el sacerdote.

Mientras tanto, en el templo y a su alrededor, desde hora temprana comenzaron a concentrarse los devotos.

"Vienen desde los barrios de La Plata, pero también desde el conurbano bonaerense y desde distintos puntos del país", indicó el sacerdote.

Portando sus flores de diferentes colores, los peregrinos se acercaron hasta las imágenes de la Rosa Mística en el templo. Y lo hicieron con el doble propósito de pedir y agradecer por salud y trabajo, fundamentalmente.

Devotos como Susana Jiménez y Maximiliano Castro, que llegaron desde Melchor Romero "para pedir salud". "Vengo todos los años, sobre todo a la ceremonia de la rosas, desde hace tres años más o menos", dijo Jiménez.

Más tarde los fieles participaron de la procesión pese a la amenaza de lluvia que se cernía sobre la tarde.

Encabezados por las imágenes recién coronadas y por un grupo de chicos que tomaban la primera comunión, la columna de fieles recorrió el circuito previsto y regresó hasta el palco montado frente al templo. Desde ese lugar, los sacerdotes bendijeron las rosas traídas por los fieles.

Alrededor de la peregrinación, el movimiento de gente era intenso y muchos sacaban fotos de la procesión con cámaras y celulares.

También había numerosos puestos de venta de flores e imágenes donde se podían comprar rosas y también imágenes de la virgen, valuadas entre los 7 y los 20 pesos.