Dolor en marcha a un año del crimen de joven peruana

Dolor, angustia y lágrimas fueron parte de la marcha realizada, ayer a la tarde por las calles de nuestra ciudad, por los familiares y amigos de Sandra Mercedes Ayala Gamboa, la joven peruana de 21 años que fuera violada y asesinada en una dependencia de Rentas, en la calle 7 entre 45 y 46.

Los participantes de la marcha para exigir Justicia, descubrieron además un mural con la imagen de la víctima, que quedó como recordatorio en una de las paredes del inmueble donde la joven encontró la muerte.

A diferencia de las restantes marchas, la de ayer convocó a una gran cantidad de entidades de distintos sectores. Entre los participantes hubo representantes del Consulado de Perú, de la Comisión de Mujeres del Ministerio de Economía, de la Secretaría de Derechos Humanos y estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata, que tuvieron a su cargo la realización del mural.

Con banderas y carteles pidiendo el esclarecimiento del asesinato de la joven peruana de 21 años, los manifestantes marcharon desde el lugar del hecho, 7 entre 45 y 46, hasta la Casa de Gobierno para concluir en el punto de partida.

"FALTA VOLUNTAD"

María Nélida Gamboa, madre de la víctima que además encabezó el reclamo, le confió a este diario que "creo que hace falta más voluntad de las autoridades y espero que estén dispuestas a poner lo mejor, porque esperamos que todo no quede como hasta ahora, impune".

"Hace un año -añadió la mujer angustiada- que no notamos que existan avances en la causa, pero además creemos que tenemos los elementos para que eso ocurra. Por eso es que tenemos la sensación de que las autoridades competentes no hacen todo lo posible para que esto no quede impune".

Durante el reclamo, uno de los momento más emotivos para la madre de la víctima, fue cuando los estudiantes de la UNLP descubrieron el mural que recordará por siempre a Sandra.

Por otra parte, las organizaciones que participaron ayer de la marcha ofrecieron su apoyo a la familia de la víctima. "Se comprometieron a acompañarnos de ahora en más. Y eso es positivo, yo espero que nos podamos unir en algún momento las madres que sufrimos la pérdida de un hijo".

Además la mujer adelantó que "todos los 22 nos vamos a seguir reuniendo. Necesitamos que los asesinos de nuestros hijos estén detrás de las rejas y no en libertad. Si Dios nos da la vida que Dios nos las quite..."

Como se sabe, el día en que desapareció la joven, el 16 de febrero de 2007, le habían ofrecido un trabajo. Fuentes de la pesquisa indicaron que, a través de un allegado a la familia, la chica conoció a una persona que supuestamente necesitaba que le cuiden a los hijos. Y, al parecer, pagaba 10 pesos por día. Seis días después apareció sin vida.