Excarcelaciones: comprarán 1.000 pulseras magnéticas

El gobierno bonaerense decidió comprar unas 1.000 pulseras magnéticas para ampliar las posibilidades de otorgar, si así lo disponen los jueces, el régimen de prisión domiciliaria para mujeres embarazadas o con hijos pequeños, mayores de 65 años y enfermos terminales.

El llamado a licitación para la adquisición de estos sistemas de monitoreo ya fue realizado y las pulseras estarán disponibles en unos 30 días, según se indicó oficialmente.

El sistema de libertad vigilada es aplicado en la provincia de Buenos Aires en 1997 y consiste en la colocación en el tobillo del preso de una pulsera magnética. Esa pulsera posee un transmisor que emite una señal que es recibida por operadores del Servicio Penitenciario bonaerense.

Así, se puede conocer dónde está esa persona y si viola la detención domiciliaria. De esta manera, el detenido tiene un radio de movimiento acotado a la cercanía de su domicilio y, si no lo cumple, vuelve a la cárcel.

El gobierno bonaerense acaba de anunciar que aquellas mujeres que se encuentran detenidas en cárceles y que estén embarazadas o tengan hijos pequeños, podrán seguir cumpliendo la pena en sus domicilios. Así lo adelantó el ministro de Justicia, Ricardo Casal, quien indicó que se propiciará la prisión domiciliaria para estos casos mediante el control del monitoreo electrónico.

"Entendemos que una madre con su niño pequeño o una mujer embarazada dentro del sistema no es bueno para ella, ni para su niño o familia y puede tener una prisión domiciliaria muy bien controlada", explicó Casal.

Pero la idea oficial es que esa misma posibilidad la tengan los detenidos de más de 65 años y los enfermos terminales, la mayoría portadores de HIV.

Pero este beneficio no se generalizará ya que, según explicó Casal, la prisión domiciliaria no se otorga en forma automática "porque es el juez que entiende en cada una de las causas en las que hay una persona detenida el que decide si aplica a o no este sistema de libertad vigilada".

"No podrá otorgarse en casos de asesinatos o secuestros extorsivos", ejemplificó el funcionario.

Para el ministro, "sólo deben estar en prisión aquellas mujeres que la justicia considera que es la única alternativa de cumplimiento de condena" por lo que detalló que "en aquellos casos donde podamos aplicar penas alternativas lo vamos a intentar".

En las cárceles de la Provincia se encuentran alojadas 917 mujeres, de las cuales 19 están embarazadas y otras 73 conviven con sus pequeños hijos. Además, hay unos 1.300 detenidos mayores de 65 años y un número indeterminado de portadores de sida.