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A mitad de camino entre la crónica y el relato, estas "Historias de putas" de Enzo Maqueira son el resultado de una acumulativa y paciente investigación personal del autor en pos de voces. Voces, tonos y argumentos de vida que Maqueira ha sabido aguardar hasta conformar un libro. No es periodístico el texto, tampoco histórico, y en cuanto al rigor hay que señalar lo que muy bien apunta Maqueira: "Es una aproximación a hechos y personas que pudieron ser rescatados de las censuras, y permanecen aún en el acervo cultural de la humanidad..." Sin embargo, el recorrido histórico-narrativo que propone sobre la prostitución lo impone como un magnífico friso testimonial, acercándonos a caso como el del asesino de prostitutas de Mar del Plata ("El loco de la ruta"), a lupanares y orgías en la Roma antigua, o bien adentrándose en los misterios prostibularios de Egipto (excelente el capítulo reservado a "Las momias saben divertirse"), de Grecia o del imperio azteca. La voz de Maqueira para trasladar esas muchas otras voces tiene el mérito de la crónica, la versatilidad de la novela y la eficacia del cuento corto, dado que todas las historias son una misma historia entramada con indudable talento. Publicó Ediciones Lea.

Hay un viejo y noble Citroën azul que ya es marca registrada en la ciudad porque se mueve con aforismos pintados en puertas, techo, capó y baúl. Y aunque Alberto Fernández Lafuente nos recuerde que "vive lo que late, no lo que se mueve", lo que es muy cierto, este sabio vehículo no ignora que "toda preparación es un camino" y que "andando unos caminos se encuentran otros". Los aforismos de Fernández Lafuente están en una nueva etapa editorial, las conocidas Pausas son ahora "para las pausas de tu vida" porque, bien que se sabe, "siempre se está a un paso de algo". El nuevo libro de aforismos cuenta con presentación de Luis E. Soulé y con el impulso invencible de la palabra de Lafuente, vendedor de libros a crédito y viajante impenitente que nos recuerda que "todos necesitamos de todos, pero muchísimos faltan". El sello Notros enciende la chispa de esta primera edición y en la hoja de ruta hay una leyenda que dice: "El horizonte nunca devuelve vacías las miradas".