Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Opinión |ENFOQUE

La China de las personas

Por FERNANDO HENRIQUE CARDOZO (*)

La China de las personas

La China de las personas

11 de Junio de 2008 | 00:00
Estuve en China los últimos 10 días de mayo. La primera vez que viajé allá, en 1995, era presidente de la república. En visita oficial se ven muchos tapetes rojos, se conversa con los líderes políticos, hay muchos banquetes, pero poco se ve del pueblo. Esta ocasión, viajando con un matrimonio amigo, fue diferente: fuimos a ver la China de la vida cotidiana, sin estadísticas ni informes oficiales.
abre comillasLo que impresiona es ver a las personas, cómodas en sus ciudades y poblados, decentemente vestidas, amables y juguetonas...cierra comillas


Por donde pasé vi obras en marcha y me entusiasmé con la grandiosidad, tanto en los aeropuertos y terminales de Pekín y Shanghái, como en la remota ciudad de Urumqi, en la región autónoma de Xinjiang, que hace frontera con Kazajistán y Mongolia. La ciudad, plantada en el desierto de Gobi, tiene cerca de 3 millones de habitantes, un enorme aeropuerto, hoteles de lujo, muchas fábricas y un centro comercial que distribuye productos por toda el Asia central.

Ciudades bastante menores, como Turpan, en Xinjiang, y Dunhuang, en un oasis de la vecina provincia de Gansu (una de las más pobres de China) también disponen de una razonable base urbana con cierto dinamismo.

LA NUEVA PEKIN

Yo esperaba ver transformada a Pekín, pero no tanto: avenidas largas con edificios modernos. La Ciudad Prohibida no perdió su encanto y demuestra que en China, el sentido de lo monumental viene de mucho tiempo atrás. Ahora los monumentos son de uso público: el enorme y bello estadio de los Juegos Olímpicos y el teatro nacional en forma de gigantesco huevo de avestruz.

Frente a ellos, la plaza de Tiananmen, si no se empequeñeció -lo que sería imposible- sí hace del retrato de Mao un detalle menor, incluso porque encogió.

La realización de los Juegos Olímpicos da ocasión a obras urbanas incluso en ciudades pequeñas y sirve para reafirmar los progresos alcanzados, sobre todo ahora, con los terremotos y las inundaciones que desafían la capacidad de respuesta del gobierno ante la tragedia.

En más de una ocasión, nuestros interlocutores mencionaron con emoción que el presidente Hu Jintao y sus ministros están recorriendo las zonas afectadas, escena rara en un país en el que el poder era distante del pueblo. Ahora la televisión lo muestra cercano.

Shanghai es una mezcla de Disneylandia con posmodernismo. Mirar desde la punta de un edificio de las antiguas concesiones coloniales hacia el otro lado del río Huangpu y ver Pudong (zona poblada de favelas en 1995), con sus altísimas construcciones, impresiona tanto como ver San Pablo desde lo alto de un edificio de la avenida Paulista. Con una diferencia: entre los edificios hay espacios, algunas veces jardines que amenizan el aire pesado de la contaminación.

EL OJO SOBRE LAS PERSONAS

Con el paso de los días, más que la grandiosidad, lo que impresiona es ver a las personas, cómodas en sus ciudades y poblados, decentemente vestidas, amables y juguetonas, en las tiendas, en las calles, en los bares y en los mercados populares. Frutas, legumbres, pescados y carnes abundan en los mercados de Shanghái.

Tampoco falta comida en los mercados de las zonas pobres y en los lugares remotos de la China profunda. Almorzamos en casa de una familia, regida por una viuda, en plena zona rural de Turpan, donde se producen uvas en el desierto irrigado y se acumulan tierras y algún bienestar. Del socialismo nadie habla.

Xinjiang es una de las regiones autónomas de China. En Urumqi, el 80 por ciento de la población es china (han). En la provincia viven 5 ó más millones de uigures, un pueblo que habla una lengua de raíz turca y goza de derechos específicos: recibe educación en su propia lengua y no en mandarín, puede tener más de un hijo y exhibe con orgullo su cultura.

Le pregunté a la guía local (una próspera empresaria, de inglés fluido, hija de médicos que fueron "reeducados" en tiempos de la revolución cultural, inscripta en el Partido Comunista, profundamente orgullosa de su pueblo y muy a gusto en la China de economía de mercado) si era china o uigur. Le costó un poco responder: "Soy uigur, pero soy china", como le gustaría al gobierno de Pekín que respondieran los tibetanos.

Uniendo a las ciudades, separadas por cientos de kilómetros unas de otras, hay carreteras de buena calidad. En medio del desierto, el ferrocarril. Lo que fue la "ruta de la seda" de los camellos (que todavía andan por ahí), por la que pasaron Marco Polo y Genghis Khan, sigue siendo un eje de comunicación importante. Por ella ya no transitan vándalos, sino comerciantes y turistas.

Por fin, en Shanghái, después de que visitamos un templo budista, lleno de religiosos y de fieles, caminamos en los Li nong (o Hutong en Pekín), antiguas casitas, estrechas, como conventillos, separadas de la calle por muros, con un portón de entrada. En los callejones, casas con pequeños comercios, trabajos manuales y un comité cívico, de donde surgen las directivas.

En búsqueda de los barrios más populares, visitamos el departamento de una familia de madre trabajadora jubilada, padre empleado en la distribución de mercancías e hija estudiante de teatro. Del departamento diría que es de clase media baja: pequeño, pero bien dividido y amueblado. Hay miles de conjuntos habitacionales de ese tipo.

Vi pobreza, pero ni aun buscando vi miseria en el campo o las ciudades. Pocas bicicletas y muchos autos. Al lado de los mercados pobres, muchas tiendas de marcas famosas.

Un caleidoscopio atractivo, difícil de enfocar.


(*) Fernando Henrique Cardoso, sociólogo y escritor, fue presidente de Brasil del 1° de enero de 1995 al 1° de enero de 2003.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla