Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar

¿Qué le pasa al clima?

Durante la última semana se cumplió un año de la primera nevada registrada en la región en 89 años. Y ese aniversario se produjo en el marco de temperaturas superiores a los 26º en pleno invierno. Al mismo tiempo, en la Patagonia se adelantó la ruptura del glaciar Perito Moreno, un hecho que ambientalistas vincularon al calentamiento del planeta. ¿Hasta qué punto estos episodios se relacionan con el cambio climático y qué puede esperarse del clima en el futuro?

¿Qué le pasa al clima?

¿Qué le pasa al clima?

14 de Julio de 2008 | 00:00
Paradojas de un clima acostumbrado, últimamente, a dar sorpresas: el mismo día que se cumplía un año de la sorpresiva nevada que alegró a la ciudad después de 89 años, el 9 de julio de 2008, los platenses vivían un insólito veranito en pleno invierno. Y no es todo: vestidos de remera y dejando por un momento de lado abrigos y bufandas, se enteraron de que lejos, en la Patagonia, el Glaciar Perito Moreno se rompía por primera vez en invierno, generando sorpresa en todo el mundo. La suma de estos eventos peculiares desató todo tipo de especulaciones. La principal: que todos y cada uno de estos sucesos se vinculan al cambio climático, que ya está entre nosotros y puede depararnos sorpresas aún mayores.

¿Verdadero o falso? Alrededor de este interrogante, los especialistas cruzan datos y opiniones. Destacan que aisladamente ni la nevada ni el veranito son atribuibles a los cambios macro que registra el clima mundial. Pero dicen además que el cambio climático es una realidad que ya desdibuja fronteras entre estaciones y hace difusos parámetros climáticos que hasta no hace mucho se consideraban inamovibles.

Dicho de otro modo: ni la nevada ni las altas temperaturas en invierno obedecen directamente al cambio climático. De hecho ha habido otras nevadas y otros veranitos fuera de ese contexto, como la nieve que cubrió La Plata en 1918 o los acostumbrados "veranitos de San Juan" que suelen traer alivio en los inviernos. Pero lo cierto es que en el marco del fenómeno global ya se están produciendo cambios que pueden profundizarse.

¿Qué cambios?: El primero tiene que ver con las mayores fluctuaciones de la temperatura dentro de cada estación: los inviernos con fríos homogéneos dan paso a otros caracterizados por bruscos cambios de las temperaturas. Y lo mismo los veranos, proclives hoy a recibir masas de aire frío que llevan a las temperaturas a marcas típicas de otras estaciones, sobre todo en las noches. Al mismo tiempo, las estaciones intermedias (otoño y primavera) se desdibujan. Y las tormentas y otros eventos extremos, se conviertan en más frecuentes y rigurosos.

Tal es el diagnóstico de meteorólogos, climatólogos y ambientalistas consultados, entre quienes las opiniones están divididas al referirse a la ruptura del glaciar.

Desde Greenpeace, por caso, la coordinadora de la campaña contra el cambio climático en la Argentina, Rosario Espina, no duda en relacionar la temprana ruptura con el fenómeno global que afecta a ese y todos los glaciares patagónicos.

Pero hay posiciones diametralmente opuestas. Para el geólogo y experto en glaciares patagónicos, Jorge Rabassa, la ruptura en invierno forma parte de un proceso normal y no existe vínculo entre ella y el cambio climático.

De uno u otro modo, se admite que el cambio climático es una realidad instalada. Y que encuentra a la región y al país desguarnecida en muchos aspectos.

Uno de los principales es el que tiene que ver con la observación y medición de fenómenos climatológicos. Otra, vinculada a la anterior, con las alertas tempranas. Los dos elementos resultan fundamentales para mitigar el impacto de eventos extremos más frecuentes, pero son muy mejorables, coinciden los expertos.

En medio de estas necesidades, falta una conciencia de los sectores que deciden y de las comunidades en general en relación a lo que implica el cambio de clima y la necesidad de adaptarse a él.

DE LA NIEVE AL CALOR

Si bien es común que se asocie al mes de julio con el invierno y el frío, nada hacía prever que el 9 de julio de 2007 una nevada inesperada cayera sobre la ciudad y sobre muchas otras ciudades del país. Por lo infrecuente, la nevada desató una alegría que desbordó las ciudades. Todos querían estar allí, ver cubiertos de nieve los paisajes cotidianos y dejar ese recuerdo guardado en una foto de esas irrepetibles para el álbum familiar.

La nevada se dio en el marco de una polar que desde días atrás sacudía a la región y que, en pleno Julio, no había sorprendido a nadie. Lo opuesto sucedió esta semana cuando en pleno aniversario de la nevada, la ciudad vivía temperaturas atípicas, por lo altas, para esta altura del año.

Según los datos manejados por la estación meteorológica del Aeródromo local, el día en que la temperatura alcanzó su pico más alto fue el sábado 5, con 24,3 grados, mientras el martes se registraba una máxima de 19,5 grados. Desde el Servicio Meteorológico Nacional se consignó que las temperaturas máximas llegaron a superar los 26 grados en Buenos Aires y que en ciudades como Santa Fe, superaron los 30º grados. Todo esto, cuando las temperaturas consideradas promedio en el mes de julio oscilan entre los 7 y los 15 grados.

Contra los gorros, las bufandas y los sacos del 2007, el 9 de julio de 2008 encontró a la ciudad vestida con ropas livianas y disfrutando de una primavera inesperada en pleno invierno. Tan inesperada como aquella nevada.

El platense Juan Manuel Horler es presidente del Centro de Meteorólogos de la Argentina y si bien dice que la nevada y el "veranito" no representan consecuencias directas del cambio climático, los efectos del fenómeno global ya se advierten.

¿De qué manera?: "a través de fuertes fluctuaciones de la temperatura que desdibuja a las estaciones intermedias (primavera y otoño) y hacen que períodos de calor intenso característico del verano se produzcan en invierno al mismo tiempo que frentes fríos propios del invierno se instalen en pleno verano".

Pero no es lo único llamativo: Horler alude también a una más frecuente recurrencia de eventos extremos, como tormentas intensas, granizadas y hasta tornados.

"Hay un error muy común instalado y consiste en creer que el calentamiento global se manifiesta a través de temperaturas más altas. Y esto no es así. El calentamiento global se produce por la concentración de gases del efecto invernadero que hacen que se concentre mayor energía en la atmósfera. Y esa energía es la que se asocia a una mayor ocurrencia de efectos extremos que incluyen desde huracanes en las zonas cálidas del caribe hasta intensas sequías o mayores tormentas", explica Horler.

Desde Greenpeace Argentina, Rosario Espina, que coordina de la Campaña Contra el Cambio Climático de la organización, explica que en nuestro país el fenómeno se está expresando de tres maneras: a través de un incremento de las temperaturas medias, del crecimiento de las precipitaciones y del derretimiento de los glaciares. Los tres procesos, dice Espina, ya están en marcha.

"El crecimiento de las temperaturas medias en los últimos años en la Argentina oscila entre los 0,6º y 0,7º. Si uno lo dice así, por lo general la población común lo asocia con las temperaturas diarias y le parece que es poca cosa. Pero en realidad se trata de un aumento permanente. Y para tener una idea de lo que eso significa hay que tener en cuenta que en el Panel Internacional de Cambio Climático -un grupo que reúne expertos de todo el mundo- se advirtió que el límite de incremento de las temperaturas medias tolerable para la humanidad en los próximos 20 años es de 2º. Por encima de eso, los refugiados ambientales serán millones, así como los afectados por las sequías, las inundaciones y otros fenómenos extremos", dice Espina.

Para ilustrar el crecimiento de las temperaturas medias, Espina dice que si se toman los últimos cien años se detecta que los dos más calurosos se produjeron recientemente: en 2007 y en 2005. Y agrega que si bien, tomados aisladamente, la nevada y el veranito no se pueden relacionar con el cambio climático cuando se empiezan a sumar la lista de efectos climáticos inusuales y extremos que se están viviendo en los últimos años -considerando, granizadas, inundaciones y sequías- se descubre que la relación existe.

"El clima es un sistema equilibrado y natural que se vió afectado por el efecto invernadero provocado por la quema de combustibles fósiles por parte del hombre. Y ahora necesita volver a ese equilibrio", dice Espina.

Los datos difundidos oficialmente para la región indican que a lo largo de este siglo la temperatura aumentará entre 1 y 1,5º.

Según las estimaciones difundidas oportunamente por la Organización de las Naciones Unidas, si se considera la etapa comprendida desde 1850 hasta la actualidad, en 11 de los últimos 12 años se registraron las temperaturas más altas en la superficie del planeta y el índice de calentamiento de los últimos 50 años prácticamente duplicó al de los últimos 100.

Otros datos aportados por la misma fuente indican que las concentraciones de dióxido de carbono -uno de los gases responsable de acentuar el efecto invernadero- aumentaron de 278 partes por millón antes del período industrial a 379 en el año 2005, mientras se experimentaban en los últimos años sequías más intensas y prolongadas, un aumento mayor en el nivel del mar entre los siglos XIX y XX que en los últimos 2.000 años y una disminución pronunciada de la cubierta de nieve de las principales regiones nevadas del planeta.

En este sentido, en marzo de este año, una capa de hielo antártico de 415 kilómetros cuadrados de superficie se desplomó a sólo 100 kilómetros de la base argentina General San Martín, según confirmó entonces la Dirección Nacional del Antártico. El desprendimiento se sumó a otro, producido el 28 de febrero, cuando otra plaza de 40 kilómetros, también perteneciente a la barrera de Wilkins se desintegró. Ambos hechos fueron atribuidos por los especialistas al calentamiento del clima.

Mientras tanto, una situación similar se vive en el Polo Norte, donde los derretimientos son aún más veloces. Un estudio realizado recientemente por el Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos, la Universidad de Washington y la Universidad Mc Gill, de Montreal, Canadá, destacó que el derretimiento total de esa formación se concretaría en sólo tres décadas a causa del calentamiento del clima.

Para nuestra región, hay previsiones que se suman a la que habla del aumento de la temperatura: se espera que el nivel del Río de La Plata se eleve alrededor de 50 centímetros en los próximos 70 años, lo que convierte en vulnerables a las inundaciones y ala erosión costera a a alrededor de 900.000 habitantes de municipios costeros bonaerenses, entre ellos Berisso y Ensenada.

MAL PREPARADOS

El panorama resulta inquietante y frente a esta situación estar preparados aparece como un elemento fundamental. Sin embargo en la Argentina, los pronósticos y las mediciones destinadas a ofrecer alertas tempranas a comunidades expuestas dejan mucho que desear y se considera urgente la tarea de mejorarlos.

"El Servicio Meteorológico Nacional trabaja con aparatología que tiene un promedio de antigüedad de 40 años. Con ese material, las mediciones y pronósticos para elaborar alertas tienen un altísimo margen de error", dice Horler.

Desde Greenpeace ponen el acento en la combinación de dos líneas de acción para contrarrestar los efectos negativos del cambio climático en el futuro inmediato. En primer lugar, la mitigación de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, mediante la diversificación de la matriz energética de los países y a través de medidas cotidianas tan sencillas como la de reemplazar lámparas incandescentes por otras de bajo consumo. Pero por otro lado adaptar a las comunidades, planificando el uso del territorio en función de una mayor recurrencia de eventos climáticos extremos e instrumentando preventivamente planes de contingencia.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla