Retenciones: en histórica votación, definió Cobos y se rechazó el proyecto oficial

En una histórica y cerradísima votación, el proyecto de las retenciones móviles a las exportaciones agrarias cosechó pasadas las tres de la mañana de hoy 36 votos por la positiva y otros tantos por su rechazo. Y de esa manera, se vio obligado a desempatar el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, quien votó en contra de la iniciativa girada al Congreso por Cristina Kirchner.

Tras la primera votación, Cobos pidió hacer uso de la palabra y pidió un cuarto intermedio, para que fuera nuevamente discutida la situación. Pero tanto el jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto, como el del radicalismo, Ernesto Sanz, denegaron esa alternativa.

Se volvió a votar entonces por el proyecto oficialista, y la votación resultó nuevamente 36 a 36.

Así, Cobos retomó su discurso. Con todo emocionado, el Vicepresidente aludió a la enorme responsabilidad histórica que le tocaba vivir; reiteró varias veces que era el día más difícil de su vida y dijo que reconocía que, desde lo política, se señalaba que debía votar por el proyecto del Gobierno, en nombre de la institucionalidad.

Así, tras señalar que iba a responder a sus sentimientos, a su “corazón” y a sus convicciones, dijo que consideraba que el proyecto del oficialismo no era la solución y votó en contra.

El oficialismo había esperado el desenlance en un marco de extrema tensión pero de optimismo, que preveía la llegada de Néstor Kirchner a la plaza del Congreso, para festejar la posible sanción de la ley, al tiempo que los dirigentes del campo expresaban su bronca y decepción mientras seguían el debate por medio de una pantalla gigante en el barrio de Palermo.

Es que el oficialismo esperó casi hasta último momento que el santiagueño Rached votara junto a ellos o al menos se abstuviera, para sellar la sanción de la ley, luego de que el catamarqueño Ramón Saadi anticipara un voto decisivo a favor del proyecto girado desde la Cámara de Diputados.

Pero Rached, sin anticipar su sufragio, votó en contra del proyecto de retenciones oficialista y así se produjo la situación de que debiera desempatar el vicepresidente Julio Cobos, quien no había querido adelantar qué decisión adoptaría en ese caso.

Rached esquivó todas las consultas periodísticas que se le hicieron para que dijera cual sería su voto, y se limitó a indicar que se conocería en el recinto, con lo que generó diversas especulaciones.

EL DEBATE

Durante la sesión, los argumentos vertidos por los senadores no se apartaron de los que se oyeron abundantemente en los últimos cuatro meses por parte de quienes respaldan o rechazan las retenciones móviles, pero suscitaron especial atención las palabras de los legisladores oficialistas que quitaron su respaldo a la iniciativa que giró Diputados.

Uno de ellos, el justicialista cordobés Roberto Urquía advirtió que por el conflicto agropecuario “se está cortando la cadena de pagos” en el interior del país, y pidió que, “más allá de la votación, se convoque a una mesa de diálogo para un plan agropecuario a mediano y largo plazo”.

El dueño de la Aceitera General Deheza fue el primer legislador kirchnerista que anunció su desacuerdo con el proyecto oficial, y renunció a la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que presidía.

Tras aclarar que es “partidario de las retenciones móviles”, señaló que lo que cuestiona es la escala de alícuotas.

El debate tranquilo y sin agresiones registrado en el recinto del Senado contrastó con las corridas y frenéticas tratativas desarrolladas para convencer a los “indecisos” en los pasillos y oficinas de la Cámara alta.

Los senadores que no definieron su voto se convirtieron en los verdaderos protagonistas del último y definitivo análisis de las retenciones móviles que en la Cámara alta.

Los kirchneristas respiraban tranquilos al inicio de la jornada, hasta que la riojana Teresita Quintela gritó a los cuatro vientos que haría caso omiso a las recomendaciones del bloque oficialista y de su propio gobernador, Luis Beder Herrera.

ANTECEDENTES

En esta década hubo dos casos en que el vicepresidente y titular del Senado tuvo que desempatar. En el 2001 cuando la Alianza necesitó la aprobación de la Ley de Déficit Cero y en el 2002 -presidencia de Duhalde- cuando se derogó la ley de Subversión económica.