"Subió la carne": revulsivo espejo del país

"Subió la carne" no es una mala noticia -afirman sus responsables-, es humor. Y también son canciones, bailes y diversión que hunde el bisturí en lo más profundo de nuestra condición humana y argentina. El grupo "Carne de crítica" ha vuelto a los escenarios con una selección que incluye siete de las escenas más decadentes de ese equipo de trabajo y "otra peor" según sus propios conceptos. El espectáculo se ofrece los viernes y sábados a las 23.30, en el Teatro La Comedia (Rodríguez Peña 1062).

Una vez más el equipo de trabajo de Carlo Argento, Claudio Pazos y Francisco Pesqueira presenta un show que destila ironía y ataca al género humano y a las instituciones con una corrosiva crítica, siempre teñida de humor, que por sus características puede calificarse como "humor absurdo y de tintes negros". Ocho secuencias (mi mamá me mima, abuelito dime tú, ay, enfermera, la ley es legal, Patria encarnada, no seas celosa, I am black y cantante de alto reconocimiento, son los títulos de las escenas) cargan duro contra nuestra identidad desquiciada. Los actores Claudio Pazos y Francisco Pesqueira, en un genuino "tour de force", se trasvisten e interpretan una singular galería de personajes que exponen sin pudor sus llagas abiertas, consecuencia de una educación defectuosa y de una moral siempre vulnerable. Excelentes actores ambos, con cambiantes matices y modulaciones de voz, reviven este desfile de seres, a veces, detestables y en otras, víctimas de un sistema que los hace crueles sin saberlo.

La puesta en escena y dirección de Carlo Argento encara la cabalgata con un constante ritmo, hace hincapié en crueldad de las situaciones sacando el mejor provecho de ellas y utiliza con sagacidad los aportes que le brindan Sergio Vainikoff con su música original, la coreografía de Vivan Luz, los vestuarios y la escenografía de Mercedes Uría y su propio diseño de luces para redondear un show vivaz, humorístico e implacable.

Todos los elementos escénicos están al servicio de la actuación de Pazos-Pesqueira, autores con Argento de la dramaturgia de "Subió la carne", una vuelta de tuerca de un estilo que el grupo "Carne de crítica" ha puesto en práctica desde hace unos años y que tiene innumerables adeptos.

Los códigos humorísticos del grupo indagan en ciertos comportamientos extemporáneos del hombre común que según las circunstancias se torna sumamente discriminatorio, hierve de ira contra el otro, desprecia todo intento de acercamiento humano sensible o afectuoso y permanece ligado a aquellos placeres que le otorgan felicitad efímera o un toque de glamour, que se pierde en la primera ocasión. Naturalmente estos padecimientos junto a otros no nombrados y tan graves como los expuestos se observan con perspicacia, a través de la óptica de humor. La salvación no se halla lejos pero para alcanzarla habrá que hacer un gran esfuerzo de voluntad y dejar jirones de carne viva en el intento. Pero poder, se puede.