A pesar de la reforma, Medicina seguirá con el ingreso restricto

La reforma del Estatuto de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que concluyó el sábado a la noche en la Escuela Graduada Joaquín V. González (Anexa), de 50 y 117, fue un avance "en el debate universitario" -sostuvieron diversos actores políticos-. Sin embargo, produjo el malestar de algunos sectores, fundamentalmente de las autoridades de Medicina y la izquierda estudiantil. En la unidad académica de la avenida 60 se abrió una polémica por la aprobación del eje de ingreso irrestricto en todas las facultades.

Entre los temas más importantes discutidos por la asamblea universitaria -máximo órgano de gobierno académico- hay que destacar la prolongación de los mandatos de los decanos y el rector por 4 años, y la prohibición reeleccionaria para este último; la incorporación de los trabajadores no docentes a los cuerpos deliberativos (consejos académicos y superior); la extensión de la permanencia de los profesores en las cátedras; mantener la división entre educadores titulares y adjuntos con los auxiliares (Jefes de Trabajos Prácticos y ayudantes diplomados); la elección directa por parte de los docentes de los responsables de los colegios preuniversitarios; la creación de dos vicepresidencias; la introducción de un preámbulo; el ingreso libre e irrestricto y la garantía de la regularidad para los alumnos en las facultades, entre otras cuestiones.

MALESTAR EN MEDICINA

Este último punto, referido a la admisión en las unidades académicas, despertó el malestar de los consejeros presentes por Ciencias Médicas, quienes no ocultaron su enfado y expresaron, luego de debatir el bloque referido al ingreso, que "estamos solos y expuestos". Así se sintieron los representantes de esa casa de estudios, quienes tras la votación cuestionaron la actitud del rectorado, que, según Medicina, no los "acompañó para defender la calidad educativa y abrió el acceso a las aulas".

Esta facultad instrumenta un examen de admisión que restringe la entrada de los estudiantes, acto que genera cada comienzo de año distintas protestas por parte del alumnado. La fundamentación de los responsables educativos es que "no alcanzan los cursos" y que los "jóvenes no tienen una buena base de los secundarios y acá tenemos que bregar por la excelencia académica".

La instrumentación del ingreso restricto también era defendida por la letra de la Ley de Educación Superior (LES), que en el artículo 50 dispone que "en las universidades con mas de 50 mil estudiantes, el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes será definido a nivel de cada facultad". La UNLP tiene más de 90 mil jóvenes estudiando.

Sobre este tema, Enrique Pérez Albizu, vicedecano de Medicina, ratificó que "va a seguir habiendo examen de ingreso, porque el Estatuto nunca puede estar por sobre la LES. Aunque, igualmente, recién en los próximos días vamos definir el criterio sobre esta cuestión".

Tampoco fue bien recepcionada la modificación en torno a la regularidad de los alumnos. Cabe señalar que hasta el momento un joven sólo podía pedir tres readmisiones a lo largo de su carrera, en caso de perder la normalidad por no haber rendido alguna materia durante un año calendario, pero a partir de la reforma cada asignatura que haya obtenido le pertenecerá por siempre y nunca podrá perder su regularidad.

SABOR AGRIDULCE

Desde el claustro estudiantil, la reflexión posterior a la asamblea fue intermedia. Al menos así lo manifestó uno de los copresidentes de la Federación Universitaria de La Plata (FULP), Santiago Liaudat, quien indicó que "nos fuimos con un sabor agridulce, porque se dieron pasos progresivos en los puntos de ingreso, sobre la no vinculación a la Universidad de personas que hayan participado de la dictadura y la incorporación de los no docentes; aunque lamentamos los puntos referidos a la prolongación de mandatos y la conducción de los consejos académicos por parte de la minoría de los docentes".

Es preciso remarcar que, de acuerdo con lo votado ayer, los consejos de las facultades pasarán a tener 16 miembros en lugar de los actuales 12, quedando compuestos por 7 profesores (titulares y adjuntos), 1 Jefe de Trabajos Prácticos (JTP), 2 ayudantes diplomados o graduados, 5 estudiantes y 1 no docente. Esta distribución dejó en manos de los educadores titulares y adjuntos la mayoría en los cuerpos deliberativos, ya que no pudo aprobarse la unidad de ese claustro al no aceptarse el reconocimiento como docentes de los JTP y los ayudantes.

La UNLP tiene 10.047 profesores, de los cuales el 30 por ciento son titulares o adjuntos, mientras que el restante 70 por ciento son auxiliares que están representados en el claustro de graduados y ahora también de JTP, pero no en el de docentes.

AVANCES

El presidente de la UNLP, Gustavo Azpiazu, dijo que "tenemos que valorar que la reforma se haya llevado adelante en medio de un intenso debate pero sin interrupciones, luego de las reiteradas veces que hemos padecido dificultades para poder sesionar (por las distintas protestas de los estudiantes)".

También remarcó que "esta modificación es superadora en términos generales del actual Estatuto", que fuera aprobado el 20 de febrero de 1996 en medio de graves incidentes que provocaron la detención de más de 237 militantes, cuando era rector Luis Lima.

La reforma de la carta magna se haría efectiva a mediados de 2009, según estiman las autoridades, meses antes de que se lleven adelante las elecciones de rector y decanos (2010). De acuerdo a lo debatido por la asamblea, de los 144 artículos del Estatuto se cambiaron 74 ítems, se agregaron 5 articulados nuevos y se suprimieron otros 5, al tiempo que se incorporó la creación de un preámbulo.

VIGENCIA

El nuevo Estatuto regirá la UNLP recién luego de que sea aprobado por el ministerio de Educación de la Nación. Según las autoridades, eso sucederá a principio de 2009. Mientras tanto, se seguirá gobernando con la actual constitución.