Aseguran que ante la crisis, los inmuebles son un buen refugio

Frente a la incertidumbre que genera la crisis financiera en el mundo, el mercado inmobiliario local se perfila como un refugio para quienes disponían de fondos líquidos tanto en el país como en el exterior. Así lo entienden distintos especialistas sobre la base de razones tanto históricas como coyunturales.

En el primero de los casos destacan que, tras cada crisis, las propiedades siempre han terminado conservando su valor -más allá de eventuales vaivenes circunstanciales-; en el otro, sostienen que la ausencia de oportunidades de inversión confiables hacen que en este momento lo más seguro sea invertir en ladrillos.

Lo cierto es que los operadores inmobiliarios confían en la historia de su mercado: "Después de bajas coyunturales (como las que se registraron con la hiperinflación, la convertibilidad y el efecto tequila) los inmuebles siempre terminaron recuperando su valor. Y se demostró que aquellos de mayor calidad y mejor ubicados fueron los primeros en reaccionar", señalan.

Es en este sentido que Sergio Aquino, de Prado Propiedades, entiende que "las crisis también traen oportunidades. Ya lo hemos vivido en el año 2003, cuando se vendían por 8 mil dólares departamentos de dos ambientes que hoy no bajan de los 45 mil", señala.

Todos los operadores inmobiliarios destacan que en La Plata no se perfila ninguna desvalorización de los inmuebles ni cabe esperar que bajen. Coinciden en que no están sobrevaluados y que, tanto en el segmento de inmuebles chicos como en el de las propiedades importantes, los valores están muy estables.

TEMOR A BANCARIZARSE

A la tangibilidad de un bien que históricamente recupera valor, hay quienes suman además entre sus razones "la falta de otras oportunidades confiables de inversión", producto de la crisis financiera global.

"Por temor a lo que pueda ocurrir con esta crisis, hoy la gente no quiere bancarizarse. Pero si uno no está en tema para invertir en bonos, no tiene otra alternativa que la compra de inmuebles, que es lo más seguro. Todos van a terminar invirtiendo en ladrillos", opina Santiago Mamberto, de Mamberto Propiedades.

"La gente está preocupada e insegura. Piensa que puede perder su dinero en el exterior y no mantener el poder de compra en el país, por lo tanto se vuelca hacia inversiones conservadoras que mantienen su valor a través del tiempo. Muchos han decidido invertir su dinero en ladrillos", señala Gustavo Rodríguez desde Dacal Bienes Raíces.

Para Rodríguez, el fenómeno encuentra en nuestra ciudad un condimento adicional. "Los platenses han sufrido a lo largo de los últimos años profundas decepciones y pérdidas en el sector financiero: la caída del Banco Comercial, el cierre del Banco Platense, la quiebra del BCP, la desaparición del Banco Cooperativo, la liquidación del Municipal... Quizás estas razones han llevado a La Plata a privilegiar la inversión en inmuebles como refugio de su capital ante una nueva crisis, esta vez externa", opina.

"Los que adquieren propiedades concretan esas operaciones con ahorros y recursos propios; lo que está en el exterior vuelve por precaución y se vuelca en terrenos, en activos firmes, tangibles, porque las otras opciones de inversión son hoy inseguras, volátiles y poco claras en cuanto a la rentabilidad a obtener y el momento de retirar esas supuestas utilidades", opina el operador inmobiliario.

El hecho es que no se vende cualquier inmueble o proyecto. "El mercado se ha vuelto más selectivo y se concentra en propuestas de jerarquía que han sido probadas por las empresas inmobiliarias líderes de la Ciudad. La mejor opción son las propiedades de calidad, listas para habitarse y tomar la renta del alquiler más la valorización del inmueble como utilidad", resalta Rodríguez.

A FAVOR

La posibilidad de que el mercado inmobiliario argentino se encuentre inmunizado frente a los efectos de la crisis financiera internacional se debería, según entienden algunos, a la escasa incidencia del crédito hipotecario en las operaciones de compra y venta de inmuebles en nuestro país.

Es que, como se sabe, el quebranto de los bancos de inversión que sacudió al mundo a principios del mes pasado no es más que la consecuencia de una crisis que se inició en Estados Unidos a partir de créditos de alto riesgo otorgados para la compra de viviendas en ese país.