Informe alertó sobre el tema de la seguridad

Un informe publicado por DIARIO POPULAR a principios de noviembre alertó sobre el violento protagonismo de los patovicas en los boliches, puntualizando sobre la enorme cantidad de episodios que se reiteran en territorio bonaerense. En la investigación, se indicaba que "la seguridad de los locales recae en personal sólo calificado por su contundencia física y capacidad de agresión, lo que suele potenciar la violencia que, incluso, hace víctimas a los propios patovicas".

"No hay una noche de fin de semana que una reyerta no termine con puñetazos expertos de los encargados de seguridad de discos, pubs y bailantas quienes, por esa vía, encuadran aquellos casos considerados proclives al desborde y que a criterio del sindicato que procura darle un nuevo perfil a la actividad de los patovicas, tiene escenario continuo en las madrugadas de jueves a domingo", informó el trabajo periodístico.

Anticipando la última tragedia, se indicó que "el registro de este tipo de episodios tiende a evanescerse en la noche del conurbano profundo donde, estiman las fuentes gremiales, se multiplican aunque no trascienden. Pero Quilmes, Florencio Varela, Lanús, San Miguel y La Plata marchan a la cabeza en cuanto a escenarios reiterados de hechos de violencia que tienen como origen el maltrato discriminatorio que los patovicas aplican, con la venia de los dueños de discos y bailantas, a los concurrentes que al menos esa velada no van a ingresar al local. Sí quizás a un hospital".

Leandro Nazarre, quien desde hace tres años impulsa el Sindicato Unico de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia de la República Argentina, (SUTCAPRA) admitió en el informe que el problema de la violencia está instalado en la diversión nocturna "como una subcultura del descontrol".

Nazarre precisó que "el bardo es una consecuencia de esa subcultura" que pega fuerte, como los patovicas, en el conurbano donde los boliches concentran venta de alcohol a menores, presencia de drogas y violencia, con el agravante que el personal especialmente contratado para dominarla, no cuenta con la capacitación que evite la confrontación.

"Los dueños de los locales buscan personal de seguridad por el físico y sus condiciones para la acción" destacó Nazarre, quien apuntó que incluso "llegaron a poner avisos clasificados buscando a especialistas en artes marciales", lo que constituye toda una exageración si se tiene en cuenta, afirmó, "que más del 90 por ciento de los conflictos en un boliche se resuelve hablando".