15 de Enero de 2009 | 01:00
Una movilización de chacareros y obreros en Villa Constitución se convirtió hoy en la primera protesta multisectorial y en el primer corte de ruta del campo en lo que va del año, con la consigna de evitar la pérdida de fuentes de trabajo en el campo y en la industria.
Esto derivó en un fuerte rechazo oficial, que salió a calificar de "oportunista" la protesta e incluso despegó a la fracción de la UOM que participó de la misma del resto del gremio que a nivel nacional lidera Antonio Caló.
La interrupción del tránsito comenzó a las 9 y se realizó cada 20 minutos, tras lo cual los manifestantes dejaban pasar el flujo de vehículos livianos y pesados de carga que se concentraron en el corte.
Los organizadores de la movilización, Eduardo Buzzi, titular de Federación Agraria Argentina, y el dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica de Villa Constitución, Alberto Piccinini, calificaron de "espontáneos" a estos cortes en el kilómetro 260 de la Autopista Rosario-Buenos Aires.
El acto que se realizó en la intersección de las rutas 9 y 90 a la altura de Villa Constitución concentró, según FAA, a unas tres mil personas, entre los que había productores agropecuarios, obreros metalúrgicos e integrantes de organizaciones sociales.
Durante su desarrollo, se reclamó la reactivación de la firma Paraná Metal sin baja de sueldos ni despidos para sus empleados y una nueva política agropecuaria, que tenga en cuenta a pequeños y medianos productores.
En el acto, hablaron dirigentes de AMSAFE, el MIJD y delegados de base de fábricas del cordón industrial rosarino.
El secretario adjunto de la CTA nacional, Pablo Micheli, denunció al gobierno nacional por no aplicar políticas activas en defensa de las fuentes de trabajo, los niveles salariales y la producción nacional".
Carlos Chile, de CTA Capital y el MTL, dijo: "Muchos de los trabajadores están precarizados, con salarios bajos. Y el 48 por ciento está empleado en negro. Esto quiere decir que a casi el 50 por ciento de los pibes argentinos no les llega el salario familiar o la ayuda escolar".
En el acto, Piccinini aseguró que se viven "las consecuencias de un sistema económico injusto que pretende resolver las crisis bajando los sueldos de los trabajadores, como quieren hacer en Paraná Metal.
Luego de los discursos, el gobierno reaccionó con fuerza a través del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien cargó las tintas sobre la "metodología" de la Federación Agraria y puso en duda de la capacidad para "defender a los trabajadores" porque "no quiso firmar la jornada de 8 horas" para el agro.
Los obreros de la empresa Paraná Metal reclaman porque en 2008 perdieron 1.200 puestos de trabajo y para que se revitalice la actividad de la firma, esencial para el desarrollo de la zona.
En la asamblea, los obreros decidieron continuar en la Ruta 9 e interrumpir el tránsito cada media hora. Los chacareros volverán si ocurre algún incidente.
Según trascendió Tomada decidió recibir hoy a los directivos de la firma y mañana a los dirigentes de la UOM.
Los productores de FAA persiguen también "rentabilidad" ya que los créditos anunciados en la víspera por el Gobierno Nacional "son un instrumento, pero no resuelven los problemas del campo", según informaron.
Al respecto, Buzzi reclamó a la presidenta Cristina Kirchner que se ponga "al frente de la lucha contra la sequía que puede ser la peor de los últimos 70 años".
"Los chacareros vamos hacia al abismo", advirtió desde la vera de la Ruta 9, en el marco de la manifestación junto con los obreros metalúrgicos.
En el lugar del corte se estuvieron integrantes del Partido Obrero (PO) y del Partido Socialista de los Trabajadores (PST).
Buzzi rescató que se movilizaron productores que no son de la "oligarquía" sino "los de 20 hectáreas, 80 y 100, pero no los pooles de siembra".
Sin embargo, hubo lugar para el enojo como el que protagonizó el conductor de una camioneta del Rally Dakar que intentó eludir la protesta en una colectora de la Autopista, recibió un golpe de puño en la carrocería y lanzó por la ventanilla los folletos.
La Mesa de Enlace había insistido desde fines del año que acaba de terminar que el campo no debía protestar en soledad sino con el conjunto de la sociedad.
"El problema es que pretenden seguir llevándose entre siete y ocho mil millones de dólares entre soja y girasol, que el productor necesita para que se reactive la economía en el interior", dijo Buzzi.
"Lo demás es absolutamente periférico", admitió al calificar de "complementos" a las medidas anunciadas en la víspera por la presidenta Cristina Kirchner.
Villa Constitución no fue el único encuentro de productores, en 9 de Julio (Buenos Aires) coincidieron Mario Llambías, titular de CRA y Pedro Apaolaza, de CARBAP, en la reunión zonal que organizó esta última entidad.
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