La farándula pide seguridad

Luego de la ola de inseguridad que rozó de cerca a personajes conocidos de la farándula argentina, el empresario Guillermo Cóppola se sumó al pedido de soluciones inmediatas que ya habían lanzado la diva Susana Giménez y el cantante Sandro.

Los reclamos se iniciaron luego de que en estos últimos meses, un gran número de famosos vivieron actos de inseguridad, muchos de ellos con violencia incluida.

Esta situación se acrecentó tras el crimen del florista de la conductora de Telefé, Gustavo Lanzavecchia, que paradójicamente ocurrió apenas a diez cuadras de donde el martes por la noche mataron de un balazo al preparador físico Hernán Landolina.

"El que mata tiene que morir", había dicho la diva de los teléfonos al referirse al homicidio de su amigo, apelando a que el Estado imponga leyes más duras.

Sorpresivamente, unos días después de las polémicas declaraciones de Susana, uno de sus mejores amigos del ambiente, el cantante Roberto Sánchez, "Sandro", se pronunció a su favor de esas palabras y le manifestó su comprensión.

"Susana dijo que el que mata tiene que morir y cualquier persona caliente diría eso. Cualquier persona que se golpea un dedo con un martillo, lo primero que se le ocurre es una buena puteada", sostuvo el cantante brindándole toda su solidaridad a la conductora, en una comunicación con el programa "Bendita TV".

No sólo la comprendió, sino que Sandro también señaló que fueron muy "oportunas" las declaraciones de la diva, "porque dejó en claro lo que le pasaba, lo que sintió".

"Hay una Constitución que viene siendo sistemáticamente violada. Cuando vemos las cosas que suceden con un poco de distancia podemos entender que es empezar a aplicar la Constitución, pero acá el problema es que no se cumple", explicó Sandro, quien se encuentra a la espera de un doble trasplante de corazón y pulmón.

Y esta mañana, luego de asistir al velatorio de su "personal trainer" Cóppola fue quien expresó su dolor y dijo estar "preocupado y con mucho miedo" por la situación de inseguridad que vive la sociedad.

El empresario recordó el pedido de la animadora, tras el crimen de Lanzavecchia, y solicitó una mayor rigurosidad en la lucha contra el delito.

Cóppola definió a Landolina como "un tipo de familia", totalmente dedicado a su trabajo, y señaló que lo había visto por última vez ayer a la mañana.

En declaraciones radiales, el representante de futbolistas relató que en la víspera había charlado con Landolina justamente sobre el asesinato del decorador de Susana Giménez, otro episodio que conmocionó a la opinión pública.

Ambos crímenes se produjeron en la misma localidad bonaerense, Lomas del Mirador, lo cual movilizó a los vecinos de la zona en su reclamo por mayor seguridad.

Cóppola indicó que la sensación de inseguridad le genera "miedo", porque el accionar de la delincuencia está "tocando de cerca" a todos.

"El era un tipo de laburo, que vivía laburando; un tipo muy familiero", concluyó el ex manager de Diego Maradona, quien se había unido con la víctima debido a que el preparador físico era "muy hincha de Independiente" y siempre hablaban de fútbol.