Una escapada podría devolver a Barreda a la cárcel

La Justicia penal platense investiga si el cuádruple homicida Ricardo Barreda -actualmente con arresto domiciliario en la casa de su novia en el barrio porteño de Belgrano- violó las condiciones de ese beneficio, al parecer, yendo a comprar ravioles a un comercio de la zona donde ahora vive.

Voceros judiciales indicaron que las actuaciones se iniciaron a partir de la denuncia de un vecino, que aseguró -y ratificó luego sus dichos ante la Justicia platense- haber visto al odontólogo condenado a reclusión perpetua por los asesinatos de sus dos hijas, su mujer y su suegra, comprando las citadas pastas, con relleno de verdura, en un conocido local, especializado en la elaboración de comidas caseras.

El vecino hizo la denuncia ante la Justicia y recientemente aseguró -ante los jueces de la Sala I de La Cámara Penal platense, Luis Pedro Soria, María Oyhamburu y Ricardo Dalto- que no tiene dudas: la persona que vio comprando en un comercio de Belgrano es "el odontólogo asesino Barreda".

Los magistrados abrieron un expediente para investigar el caso en el que ya declararon Berta André, la novia de Barreda, vecinos del barrio y hasta el mismo imputado.

BARREDA EN TRIBUNALES

En tal sentido, fuentes judiciales revelaron que el odontólogo concurrió ayer hasta los Tribunales de 8 y 56, acompañado de su abogado defensor, Luis Eduardo Gutiérrez.

LLegó muy temprano por la mañana, a bordo de una flamante 4 x 4 Honda del letrado, que estacionó por calle 57 e ingresó por la entrada que tienen los jueces de la Cámara.

Vestido con una remera negra con una raya gris en el medio, pantalones pinzados y mocasines náuticos al tono, con sus lentes colgando en el pecho, Barreda ingresó raudamente para comparecer ante los magistrados.

Según pudo saberse, el condenado fue interrogado sobre su estadía en la casa de André, sobre si estaba bien en ese lugar y su estado de salud, luego de la operación a la que fue sometido meses atrás.

Voceros judiciales indicaron que no fue consultado sobre su supuesta salida a comprar pastas, pero que seguramente esta citación podría ser la última fase de este incidente abierto, en el que podría decidirse la semana próxima si le revocan o no el arresto domiciliario.

El 24 de junio del año pasado Barreda fue beneficiado con el arresto domiciliario. Desde ese día cumple su detención en el departamento de su pareja.

Cabe aclarar, que se trata de una medida de morigeración de la reclusión que cumple desde el 16 de noviembre de 1992, al otro día de haber empuñado la escopeta, de dos tiros y del 16, marca Víctor Sarrasqueta, regalo de su suegra: la tercera en caer en ese horroroso derrotero de sangre y plomo.

UN DOMINGO SANGRIENTO

Ese domingo sangriento el odontólogo cargó cinco veces el arma y descargó nueve perdigonadas sobre las cuatro indefensas mujeres que vivían con él en la coqueta casona de calle 48, entre 11 y 12, donde tenía montado su consultorio odontológico.

A 15 años y medio de aquel infierno, dejó la cárcel de Gorina, donde estaba alojado para seguir cumpliendo su pena en un pequeño departamento de la calle Vidal número 2333.

El arresto domiciliario fue dispuesto por el Tribunal de Casación Penal bonaerense y concretado casi un mes después por la Cámara Penal, tras evaluar los informes psicológicos elaborados por profesionales del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Según explicaron fuentes judiciales, Barreda no puede salir bajo ningún concepto del departamento de André y además deberá continuar con el tratamiento psicológico que tenía en el penal de Gorina.

La salud mental de Barreda fue uno de los puntos que demoró la resolución de la Cámara para otorgarle el arresto domiciliario tal como lo había ordenado Casación.

Barreda contaba con informes favorables sobre su comportamiento dentro del penal y el socio ambiental que se realizó en el domicilio donde va a cumplir el arresto domiciliario, pero el informe psicológico provocó dudas en los magistrados.

Ante esa situación, los integrantes de la Cámara citaron a las psicólogas que elaboraron el informe, quienes ratificaron que el cuádruple homicida podía acceder al beneficio del arresto domiciliario si recibe una adecuada contención psicológica.

LA CONDENA

El odontólogo fue sometido a juicio oral y condenado a reclusión perpetua en 1995 en un fallo dividido, ya que una jueza que integraba el Tribunal se pronunció por la inimputabilidad.

Según fuentes judiciales, Barreda podría gozar del arresto domiciliario hasta el 2012 siempre que cumpla con todos los requisitos impuestos por la Cámara y a partir de ese momento podría estar en condiciones de solicitar la libertad condicional.