Cristina cruzó a Argibay y pidió celeridad a los jueces

La presidenta Cristina Kirchner profundizó ayer la polémica con la Corte Suprema, al responsabilizar a los jueces por las demoras en juicios contra represores y las liberaciones de imputados peligrosos.

"Los argentinos necesitamos justicia a secas, para los que delinquen y violan las leyes, sea para los derechos humanos o los delitos comunes", enfatizó la Presidenta.

Durante un acto en la residencia de Olivos, la jefa de Estado pidió "justicia para todos" y advirtió que "los únicos que pueden juzgar y encarcelar a quienes delinquen en un sistema de división de poderes" son los jueces.

Sobre los expedientes contra represores, advirtió que las causas están "absolutamente demoradas por constantes chicanas judiciales y demoras de los jueces".

De este modo, profundizó la polémica entre el Gobierno y dos jueces de la Corte, Carmen Argibay y Eugenio Zaffaroni, quienes habían atribuido al poder político las responsabilidades por los inconvenientes al juzgar a represores y delincuentes comunes.

"CHICLE"

Más temprano se había pronunciado en el mismo sentido el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, quien sostuvo que los juicios contra represores parecen un "chicle" o "de goma", y les reclamó celeridad a los magistrados para su tratamiento.

Cristina Kirchner también rechazó que sea válida la polémica "Justicia garantista o Justicia con mano dura" y cuestionó a los magistrados que liberan a presos peligrosos.

Según dijo, los magistrados cuentan con "instrumentos apropiados" para que "las personas que constituyan un peligro" queden en la cárcel. Puntualmente, la Presidenta condenó la liberación de un acusado de violar a una joven discapacitada, una noticia que se había conocido el jueves y que cobró gran difusión.

Al respecto, reclamó "una justicia más eficaz, que tenga mayor celeridad que no produzca los errores y horrores porque falta la firma de un fiscal o un médico" y como consecuencia de ello una persona que ha violado quede en libertad.

De inmediato dijo: "Estos no son ni problemas de presupuesto ni de designaciones de jueces, esto es problema de un sistema que tiene graves errores".

En ese contexto, también rechazó los argumentos de la jueza Argibay en el sentido que se requería más presupuesto y más nombramientos de magistrados para avanzar contra los represores.

PENA DE MUERTE

De todos modos, coincidió con Argibay en oponerse a la pena de muerte, así como en ubicar a la "la inclusión social como tema clave en materia de inseguridad" y en la crítica a los medios porque "contribuyen a generar temor en la sociedad".

Además, aseguró que la Corte "en su rol de jefatura de uno de los poderes del Estado tiene el rol de superintendencia, que no es decirle a cada juez cual es la sentencia que tiene que dictar, sino intimar para que cada juez cumpla con los plazos que establece la justicia".

La jefa de Estado pidió abordar con "mucha seriedad" el debate de la inseguridad, tras sostener que este tema se está dando no solo en nuestro país, sino a nivel internacional.