Fuerte movilización ciudadana contra la ola de inseguridad

Más de un millar de vecinos de Lomas de Mirador marcharon ayer por las calles de la ciudad en reclamo de mayores medidas de seguridad, después de los brutales asesinatos del florista Gustavo Lanzavecchia y del profesor de educación física Hernán Landolina.

La gente, portando en algunos casos fotografías de víctimas de la inseguridad, se concentró en el cruce de las avenidas Mosconi y San Martín, donde urgieron a las autoridades de la Nación, la provincia de Buenos Aires y la intendencia de La Matanza a que respondan a sus reclamos.

"Que los políticos entiendan que estamos cansados de todo esto, que así no podemos seguir viviendo", aseguró a la prensa una hermana de Lanzavecchia, el florista y amigo de la conductora de televisión Susana Giménez que fue asesinado el viernes pasado en su casa de Lomas del Mirador.

FUERTES CRITICAS

"Si los políticos no pueden resolver esto, si son incapaces de hacerlo, que den un paso al costado, porque el pueblo se va a empezar a levantar y eso va a ser peor", agregó la mujer, que estuvo acompañada por familiares y allegados en una concurrida marcha de protesta.

Durante la movilización, las principales críticas tuvieron como blanco a los ministros de Seguridad de la Nación y de la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández y Carlos Stornelli, respectivamente.

A la convocatoria asistió también Ana, esposa de Landolina, que fue asesinado el martes en la puerta de su casa del oeste del Gran Buenos Aires. Los delincuentes, robaron su camioneta, le pegaron un tiro y luego -según testigos- lo atropellaron en su huida.

Más temprano, ayer por la tarde, se informó oficialmente que un joven de 20 años llamado Nicolás fue detenido en el barrio porteño de Villa Lugano por su presunta vinculación con el crimen de Landolina, que era personal trainer de Guillermo Coppola, ex representante y amigo del astro Diego Maradona.

De la multitudinaria marcha participaron vecinos de distintos barrios, que dijeron que en los últimos 30 días se cometieron ocho asesinatos en la zona y agregaron que en al menos tres casos las víctimas fueron trasladadas al hospital por particulares, debido a "falta de ambulancias".

SAÑA INEXPLICABLE

La hermana de Lanzavecchia que dialogó con la prensa también dijo que la familia del florista aún desconoce los motivos del feroz asesinato. "(Los delincuentes) entraron a la casa a robar y a matar, pero no sabemos por qué tuvieron tanta saña con él", manifestó.

"Lo mataron a golpes, lo ataron de pies y manos y lo tiraron a la pileta para que se ahogara", agregó la mujer.

Por su parte, Ana se refirió a la polémica generada en los últimos días en torno a las declaraciones que formuló Susana Giménez el viernes pasado, horas después del asesinato de su colaborador, cuando afirmó que "el que mata, tiene que morir", pese a que más tarde se retractó.

"Fue algo que Susana Giménez dijo desde el dolor (...) El debate no tendría que ser pena de muerte sí o pena de muerte no, sino hablar de las muertes por la inseguridad", subrayó, rodeada por familiares y amigos.

"Ojalá los políticos estén escuchando esto y actúen, porque estamos en manos de asesinos", destacó la esposa del profesor de educación física, que tenía 42 años y era padre de dos hijos, uno de dos y otro de 11.

En los últimos días, la suegra de Landolina, Ana María, pidió también la pena de muerte para quienes cometen esta clase de crímenes. "Soy creyente, me duele decir esto, pero acá tiene que haber una ley marcial", reclamó.

En cambio, la esposa del personal trainer dijo que "donde hay afecto no hay olvido" y pidió a la comunidad a unirse para "salir adelante con amor".