Paños fríos tras el cimbronazo en la CGT

En otro capítulo de la polémica por la conducción de la CGT, el titular de la central gremial, Hugo Moyano, envió ayer otro mensaje conciliador a "gordos" e "independientes" al decir que "ahora estamos de novios otra vez", al tiempo que negó que el Gobierno haya realizado gestiones para evitar un quiebre.

Concretamente, el líder camionero rechazó que la presidenta Cristina Kirchner haya intervenido en la interna de la organización, al afirmar que la mandataria "tiene temas más importantes" que atender.

"Hay cosas en las que hay que tener un poquito más de seriedad, la Presidenta tiene temas más importantes como para ponerse a ver si (el titular de Comercio, Armando) Cavalieri se quiere quedar o se quiere ir", afirmó Moyano, al referirse a una charla que habría mantenido con la jefa de Estado sobre la situación de la CGT.

De todas formas, el sindicalista admitió: "Si me dijo algo fue muy por arriba".

Moyano resaltó que "la CGT siempre estuvo sólida", aunque explicó que "cuando ocurre algún tipo de desencuentro, empiezan algunas especulaciones en los medios sobre que se rompe o se debilita".

"Ahora estamos de novios de vuelta", bromeó el líder camionero, en referencia a los jefes de los gremios "gordos" e "independientes".

Luego de haber pedido públicamente "disculpas" por "algún error" en la conducción gremial, en momentos en que las líneas internas de la CGT amenazaban con romper, el camionero indicó que "eso se ha superado".

"En principio, cada uno dijo lo que tenía que decir. La figura del dirigente se ve debilitada cuando no tiene el apoyo de los trabajadores, porque allí radica el poder de los dirigentes", argumentó Moyano.

BARRIONUEVO

Al respecto, cuestionó al líder de los gastronómicos y secretario general de la disidente CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, al sostener que tiene un "poder mediático".

"Hace un tiempo no lo llamaba ni 'La Voz del Rioba` y hoy lo exhiben como el gran estadista de la dirigencia gremial", ironizó el titular de la central obrera, y agregó: "Ese no es poder, es oportunismo, aprovechar situaciones y pegarla. El poder lo da el respaldo de los trabajadores, el otro poder es ficticio".