¡¡¡Albatros viejo nomás!!!

Primero hay que saber sufrir para después aprender a gozar. Y todo eso el Tricolor de Hernández lo aprendió en un curso acelerado, con maestría incluida en este 2009. Arrancó con más sombras que luces la temporada, atravesó una fuerte crisis grupal, no clasificó directo para pelear el ascenso y llegó a estar en la cornisa. Pero zafó. Como el Ave Fénix renació y encadenó una racha espectacular de nueve victorias seguidas. Un interesante rugby de conjunto y un férreo espíritu de club lo terminaron depositando en la Segunda división de la URBA.

La tarde de ayer vivida en Carupá, donde enfrentó al bravo Tigre R.C., fue sencillamente espectacular. Emocionante, tensa, sufrida, increíble, casi de película. Un combo de emociones que le aflojó el lagrimal a más de uno. Albatros, de la mano del Cabezón Matías Albina, Damián Abbatángelo, Oscar Machado y Pedro Osácar, se sacó los fantasmas de adentro y gritó bien fuerte "aquí estoy".

Con el apoyo de su gente, encaró estos play-off con una sola meta: el ascenso. Y se le dio nomás. Con la aparición del desfachatado de Agustín Saenz, un juvenil que subió desde la M-22 y le dio el toque de calidad que necesitaba este equipo. Y el regreso invalorable de Andrés "Canuto" Rondinelli, que volvió desde Francia y aportó toda su experiencia profesional en pos del equipo. La vigencia de Hernán "Tuto" Santín, un ícono del club de Hernández, que lleva en su sangre el ADN fundador de la institución. El aporte "Obrero" de Nicolás Formigo, que solucionó problemas en el scrum. Todo esto potenció a chicos nacidos en el club como Emilio Chapasián, Hernán González, el "Huevo" César Ortega, Eugenio Harsanyi y a su capitán Sebastián Marín, autor de unas arengas tremendas, que parecían extraídas de la película 300.

Luego de una irregularidad que lo hizo temblar, el quince tricolor se juró en este segundo semestre dejar todo. Y vaya si lo dejó. Cuando nadie daba dos mangos por este equipo, el grupo mismo se sinceró y empezó a destilar lo mejor de si mismo para lograr lo mejor. Ya está. Ahora queda solo un pasito, el domingo que viene frente a La Salle, en lo que será la final del play-off. Con copa, tele y todo el condimento de una definición al estilo URBA, que por suerte para el rugby de la ciudad ya es casi una costumbre. ¡¡¡¡¡Felicitaciones Tricolor!!!!!