El Congreso nacional empezó el debate sobre el matrimonio homosexual

El Poder Legislativo nacional comenzó a tratar ayer, por primera vez en la historia del país, proyectos de ley sobre matrimonios entre personas del mismo sexo, un tema que genera revuelo en los sectores conservadores de la sociedad y preocupación en la Iglesia. El plenario de las comisiones de Legislación General y Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados de la Nación inició el tratamiento de dos iniciativas, presentadas por las legisladoras Silvia Augsburger, del Partido Socialista, y Vilma Ibarra, de Encuentro Popular y Social. Ambas propuestas contemplan la modificación de artículos del Código Civil, a fin de posibilitar que personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio entre sí.

La reunión se desarrolló en la Sala 1 del segundo piso del edificio del Anexo del Congreso de la Nación y fue presidida por las titulares de las comisiones, diputadas Ibarra (Legislación General) y Juliana Di Tullio (Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia).

La idea de las impulsoras del matrimonio homosexual es volver a sesionar en plenario el próximo jueves y emitir el dictamen de comisión, para que la norma quede lista para ser analizada en el recinto.

De todas formas, habrá que esperar la decisión del oficialismo, ya que al plenario de comisiones de este jueves no se presentaron diputados del Frente para la Victoria, debido a que la reunión coincidió con la presentación del plan de asignación universal por hijo que realizó la presidenta Cristina Kirchner.

Del primer encuentro de debate participaron, además de los legisladores, especialistas en derecho civil y derechos humanos, integrantes de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, mientras varias decenas de manifestantes con pancartas respaldaron la iniciativa en las puertas del Congreso nacional.

"Las personas gays, lesbianas, bisexuales y trans tienen actualmente negados en nuestro país muchos de los derechos fundamentales que nos corresponden a todos y todas, derechos que deberían ser reconocidos por la ley y garantizados por el Estado", aseguran en la Federación de Lesbianas y Gays.

A diferencia de la unión civil, que sí está permitida en el país, el matrimonio gay contempla para sus cónyuges los mismos beneficios que posee cualquier pareja heterosexual al momento de casarse. Es decir, establece pensiones, obra social, herencia y posibilidades de adopción.

La iniciativa, que ya desató el rechazo de la Iglesia católica, plantea modificaciones al Código Civil de la Nación respecto al derecho de familia, particularmente al decreto ley 8204/63.