Al rescate de sitios históricos

El primer tanque surtidor de nafta -ubicado en 7 y 50-, los antiguos baños públicos recientemente habilitados en plaza San Martín, una pileta de natación escondida en medio del Bosque y hasta los túneles subterráneos que por ahora pertenecen al imaginario colectivo, son parte de la identidad platense que investiga la Asociación Urdimbre Popular, un equipo interdisciplinario dedicado al rescate del patrimonio histórico y cultural de la Ciudad y a dar impulso a iniciativas para recuperarlo.

Arquitectos, antropólogos, comunicadores sociales y estudiantes de museología trabajan en la recuperación de espacios relacionados con el patrimonio de la Ciudad. La búsqueda de esos rincones, placas, mobiliario urbano, edificios y vieja infraestructura de servicios persigue el saber de los vecinos y el relato oral que recorre a las generaciones. Esas dos herramientas dan cuenta de la existencia de elementos que conforman la historia platense, según la metodología que aplican los integrantes de Urdimbre.

"Lo más valioso para nosotros es el testimonio, el contacto con la gente interesada en esos temas y que encontramos en los archivos históricos, las bibliotecas o las oficinas públicas. Nos guiamos, además, por el imaginario colectivo, que también forma parte de nuestra identidad", explicó Ezequiel Aldazábal, alumno del Museo de Ciencias Naturales y con un particular interés en construir la memoria de la Ciudad.

Con esas historias narradas por la gente llegaron, por ejemplo, a descubrir una placa en la plaza San Martín que aunque había sido colocada muchas décadas atrás pasaba inadvertida para la mayoría de los platenses, pero no para Pedro Díaz, el vecino que vigiló de cerca durante años la tapa metálica que señala que en ese lugar funcionó, en 1916, el primer surtidor de combustible. También como parte del proyecto de los investigadores hace un par de semanas la Municipalidad reconoció ese sitio como patrimonio platense.

Para llegar a la pileta que alguna vez funcionó en el Paseo del Bosque, no tuvieron que apelar a la memoria de personas ajenas al grupo. Esa punta del ovillo empezó a deshilvanarla un integrante del equipo, el arquitecto Alberto González. El lugar, cercano a la gruta, se instaló como un recuerdo infantil del profesional y hasta allí fueron con su curiosidad. Encontraron una fosa tapada de tierra, un reborde de ladrillos que asoma entre el pasto y parte de la escalera de lo que fue la piscina que, se cree, estuvo abierta al público durante el primer y segundo gobierno de Juan Domingo Perón.

Todo dato que se consigue es confrontado con documentos, bibliografía, notas periodísticas y el testimonio de las personas que conocieron el hecho histórico o escucharon sobre él. Luego se completa con un trabajo de campo: los profesionales y estudiantes van al lugar señalado y buscan el material.

AHORA, POR LOS TUNELES

El grupo comenzará el 2 de enero con el gran desafío de averiguar qué hay de cierto en lo que hasta ahora constituye -aunque existen varias fuentes historiográficas que avalan la hipótesis- una leyenda popular. Ese día se iniciarán las excavaciones en la plaza Islas Malvinas sobre lo que parece ser el indicio de un túnel. El paso subterráneo pudo haberse construido para comunicar la plaza de armas con el casino de oficiales de lo que fue el Regimiento 7, pero también, de acuerdo a otras líneas investigativas, pudo haber sido el punto de partida de una extensa conexión que, pasando por el eje de la avenida 51, llegaba a plaza San Martín.

"Hasta ahora no hay certezas. Siempre se habló de la existencia de túneles subterráneos. Hay bibliografía, como dos volúmenes de Gualberto Reynal, 'La historia oculta de la ciudad de La Plata' y 'La historia enterrada' o 'El cuadrado rojo", de Alain Garnier, en la que se sostienen diferentes hipótesis. Nosotros vamos a empezar a levantar losas para ver qué hay en la plaza Islas Malvinas", puntualizó el arquitecto Gustavo Petró.

Quienes han asegurado que debajo del pavimento del centro de la Ciudad hay una vía de comunicación la atribuyen a diversos propósitos. De comprobarse la existencia de un largo túnel, éste se habría construido en los primeros años de la fundación de La Plata. Una de las teorías afirma que lo habrían ideado los militares para posibilitar una salida rápida desde 20 y 51 hasta la estación de trenes que funcionaba en el Pasaje Dardo Rocha; otra habla de una línea que iría desde ese espacio de 7 y 50 al Banco Hipotecario (7 y 49) y que se habría utilizado para el transporte de caudales; y una tercera (aunque existen más hipótesis) dice que los pasadizos secretos serían obra de logias masónicas.