Vuelta a clases: otra vez la amenaza de paros

El 2009 se despidió dejando una pregunta clave sin respuesta: ¿comenzarán las clases el 1° de marzo como marca el calendario oficial?

Hasta el lunes pasado, los gremios docentes de la Provincia supeditaban una respuesta positiva a la resolución -como mínimo- del capítulo salarial de las reuniones paritarias que, dos días más tarde, el director general de Cultura y Educación, Mario Oporto, anunciaba para fines de enero. "Esa es mi intención. Aún no hay fecha fija y la convocatoria se realizará 4 ó 5 días antes", anticipó a este medio.

Pero el panorama se complicó. La confirmación del gobierno de que descontaría los días de paro, llevó a los sindicatos a adoptar una posición de mayor dureza. Molestos por no haber sido convocados en diciembre, doblaron la apuesta. "Desviaron el eje de discusión. Ahora, el primer punto que pondremos sobre la mesa será el de los descuentos. Si no los devuelven y no hay incremento de sueldos, las clases no empiezan", advirtió el secretario general del Suteba, Roberto Baradel.

"El mecanismo de interrumpir las clases saturó a las familias. Y el gobierno también es responsable: tenemos la obligación de anticiparnos a los problemas y no dilatar las soluciones", se sinceró Oporto, aunque enfatizó: "los gremios no pueden apelar al paro como primera herramienta de reclamo. Deben buscar otras instancias, ya que en el medio están los chicos".

¿TIEMPO O DINERO?

El titular de Educación argumentó la decisión de llamar a los gremios antes de febrero para "encarar las negociaciones con tiempo", y, así, evitar que el primer día de marzo encuentre a las partes envueltas en un conflicto.

La presidenta de la Feb, Mirta Petrocini, no opina lo mismo. "Estas discusiones deberían haber comenzado en diciembre, porque son intensas y complejas. Hace años que lo venimos planteando. Hay situaciones que se pueden evitar si se encaran con suficiente antelación, responsablemente", aseveró la docente, para quien el problema pasa por "la falta de definiciones y decisiones políticas de la Provincia".

En rigor, los gremios han evitado tirar sus dardos hacia la cartera educativa. Apuntan más alto. "(Ellos) siempre se escudan en el estado de las finanzas, pero ese es un problema de gestión del gobierno. Y la responsabilidad también le cabe a los legisladores nacionales, que avalan presupuestos raquíticos para las provincias", dijo Petrocini a EL DIA.

"Es un problema de fondo. Si la Provincia no recibe la coparticipación que debiera, se seguirán poniendo parches", opinó, en la misma línea, el secretario adjunto del gremio de docentes privados -Sadop-, Marcelo Mayo.

Mario Oporto aseguró que "con los gremios coincidimos en políticas educativas y hasta salariales. Las diferencias han quedado acotadas al tema presupuestario; que no es poco", reconoció.

¿Y por qué no se reunieron en diciembre? "Por varios factores", dijo, entre los que enumeró "la imposibilidad de anticiparse tanto a las perspectivas (económicas) del 2010"; el "inesperado conflicto (los paros) de noviembre, que complicaron las cosas", y que la paritaria provincial va atada a la nacional.

Ese es un tema central. El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, anunció esta semana que convocará a los docentes a fines de enero. Y dijo: "vamos a la paritaria con un oído atento a las demandas de los gremios y con el otro a las estrecheces económicas de las provincias".

Lo cierto es que, cuando todos los actores tendrían que haber llegado a fin de año debatiendo la implementación del nuevo sistema educativo, terminaron, una vez más, discutiendo salarios.

AGENDA ALTERADA

La pérdida de clases se convirtió en el centro de la agenda educativa. A los días perdidos por la gripe A, el año pasado se sumaron los 10 paros docentes y, en muchas escuelas, aulas vacías por las huelgas de porteros. Así, Buenos Aires entró en el listado de los 22 estados provinciales que ni siquiera cumplieron con el mínimo de 180 días que marca la ley.

Y ese parece ser el 'gran desafío' que se avecina. "La meta (para este año) es que haya clases, buenas clases, con buenos docentes y buenos salarios", remató el titular de la dirección de Educación.

CONVENIO

La dirección de Educación bonaerense pretende que el 6° de la nueva secundaria sea "un año preuniversitario". Para ello firmó un convenio con la UNLP, con el fin de fijar los conocimientos básicos que debe tener un aspirante a la universidad. También lo hará con otras casas de altos estudios.