Camba fue una sombra y Sacachispas lo vapuleó

Una tarde de perros para Cambaceres... Se había propuesto sumar la primera victoria en el campeonato, pero nada de eso ocurrió. Sacachispas, de la mano de Carlos Da Ponte (ex jugador del Rojo), y con un trabajo sólido en todas sus líneas, efectivo y contundente, le propinó al Rojo un durísimo golpe, al que goleó por 4-0, en uno de los dos partidos que pertenecen a la 25º fecha del torneo de Primera C.

Con esta nueva derrota (segunda de manera consecutiva bajo la era Omar Bastía), Cambaceres acumula una racha de ocho fechas sin triunfos, con 4 empates y otras tantas caídas, y como si eso fuera poco, se va alejando lentamente de la posibilidad de clasificarse para el reducido.

¿Qué le está pasando a Camba? Desde que llegó Bastía a la conducción técnica, el Rojo apenas pudo sumar un punto de nueve posibles. Pero lo más preocupante es que el equipo todavía no ha podido alcanzar el rendimiento que todos pretenden. Ayer, en Villa Soldati, el once de Ensenada volvió a mostrar serios problemas en todas sus líneas (como sucedió ante Lamadrid), pero con el agravante de que el Lila lo goleó en sólo un tiempo.

Sí, los del Ruso Da Ponte resolvieron prácticamente el pleito en la parte inicial. A los 33 minutos de juego, el Lila ya se había puesto cuatro goles arriba, con las conquistas de Cañas, Trento (2) y Galeano, resultado que sepultó definitivamente las ilusiones de un Cambaceres sin brújula.

El complemento estuvo prácticamente demás. Si bien Cambaceres salió con todo en busca de acortar la brecha (ni de penal pudo descontar) equivocó los caminos siempre. No tuvo una línea de juego, y como si eso fuera poco, todo fue desorden, impotencia y confusión.

A los 39, el árbitro López Aldazábal le "regaló" a Camba un penal, pero Fassanella, tirándose a la derecha, le adivinó el intento de Leonardo Kees. Ni desde los doce pasos pudo el Rojo descontar. La preocupación ya reina en el campamento Rojo. Se aleja del Reducido, por ahora no hay una identidad de juego, y encima, ayer sufrió otro durísimo cachetazo.