Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Espectáculos |TEATRO - CRITICA

"Afterplay : memorias de noches moscovitas

Por EDUARDO GIORELLO

"Afterplay : memorias de noches moscovitas

Afterplay : memorias de noches moscovitas

7 de Febrero de 2010 | 00:00
“Afterplay” (Sonya y Andrey), de Brian Friel. Traducción: Vilma Ferrari. Puesta en escena y dirección: Marcelo Moncarz. Escenografía y vestuario: Cecilia Stanovnik. Iluminación: Oscar Possemato. En Andamio 90 (Paraná 660).

Como si fuera una delicada pieza musical de cámara, en "Afterplay" Sonya y Andrey esgrimen sus instrumentos para interpretar un dúo de profundas raíces enclavadas en un pasado lejano, que eleva sus sonoridades en pos, quizás, de un presente más esperanzado y genuino.

El dramaturgo irlandés Brian Friel, el mismo de "Dancing at Lughnasa" conocida hace unos años en Buenos Aires, parte de dos personajes chejovianos (Andrey Prozórov y Sonya Serebriakova provenientes de "Tres hermanas" y "Tío Vania") y con ellos elabora una estupenda obra para dos personajes en la que las confesiones van entretejiendo un pasado no siempre auténtico y en muchas ocasiones fraguados por los protagonistas, ya sea por vergüenza o por no querer aceptar una dura realidad. Imaginados como posibles salidas airosas de hondas frustraciones, amargas, y dolorosas que los han sumido en parecidas frustraciones.

Sonya revisa papeles, carpetas, saca cuentas, analiza balances mientras bebe su té. Andrey viene de un ensayo de una ópera de Giacomo Puccini ("La Bohéme") que se ensaya en el Teatro Estatal de Moscú. Se encuentran y comparten una noche en la que poco a poco cada uno va narrando sus experiencias y descubriendo no sin temor las circunstancias en que desenvolvieron sus vidas. No todo es felicidad en ellas, hay más tristezas que alegrías en los relatos y también más mentiras que verdades. Así ambos construyen un pasado que les hubiese gustado vivir, pero que no es el real. Cuando las confesiones se desnudan y la verdad aparece debajo de varias cáscaras de cebolla que va dejando ver el fondo de las cosas, Sonya y Andrey han cambiado. Se han trasformado en otros seres, más endurecidos, escépticos, incrédulos pero preparados para luchar con lo inevitable. Quizá luego de esos dos encuentros nocturnales vuelvan a verse y puedan reconstruir juntos una existencia más esperanzada y menos trágica en sus ausencias.

El extraordinario texto de Friel actúa como movilizador de las más hondas emociones de los personajes alejados momentáneamente del universo primigenio de Chejov, listos para experimentar una nueva realidad, tan grave, nostálgica y melancólica como había marcado sus otras vidas.

Las interpretaciones de Lidia Catalano y Miguel Moyano pueden catalogarse como de lo mejor que puede verse en la escena porteña, hoy por hoy. Cuánta sensibilidad hay en la dulce composición dramática de Catalano y cuánta ternura despierta el desamparado Moyano, entrevistas a través del largo monólogo interior que fluye en ellos. El encuentro hace que las conexiones emotivas encuentren su camino puro, fluido, único, perfecto. Es difícil imaginar estos mismos personajes en dos actores que no sean Catalano/Moyano, tal la capacidad de interacción manifestada en su diálogo amoroso de vivencias a flor de piel.

La puesta minimalista de Marcelo Moncarz promueve la intensidad de estas almas golpeadas y purificadas por la comprensión. El ritmo no puede ser otro que el elegido por Moncarz, quedo y sin estridencias, profundamente humano en su lento devenir.

La escenografía y el vestuario remite a lo íntimo de la situación dramática y nada es superfluo en ellos. Las luces de Omar Possemato revelan un espacio acotado y una penumbra solo iluminada por un ventanal nocturno que deja ver la nieve cayendo sobre Moscú. Imagen final y simbólica de una silenciosa interioridad a la que el espectador pudo acceder por algo más de una hora con el corazón en quiebre.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla