El rol del docente ante las nuevas tecnologías

Es una pequeña escena del último film de los hermanos Cohen: en ella se ve a un viejo director de escuela que, en plena clase, captura la radio a pilas de un estudiante. Antes de sancionarlo, estudia largos minutos el aparato para intentar entender no sólo cómo funciona, sino de qué se trata. Si bien no es más que una historia de ficción ambientada en los años cincuenta, ese pequeño detalle cinematográfico tal vez sirva para ilustrar una realidad del mapa educativo actual: el del rol de los docentes ante las nuevas tecnologías que manejan sus alumnos.

Cecilia Traversa, psicopedagoga y directora del instituto de enseñanza Universitas de La Plata, hace tiempo que analiza el tema y no duda en afirmar que la brecha entre los docentes y los alumnos en lo que hace a las nuevas tecnologías sigue siendo grande. "Los chicos suelen saber mucho más que sus profesores en materia informática -asegura-, y eso es un problema que se vive a diario en los colegios de la región".

Las palabras Traversa no sólo son muy parecidas a la de varios de sus colegas, sino que también revelan un tema que preocupa y crece en el ámbito educativo: el de la distancia que todavía existe entre quienes están al frente de una clase y las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.

Todas las voces coinciden en lo mismo: los chicos van más rápido que sus profesores a la hora de incorporar los nuevos conceptos informáticos, lo que hace que términos como "web", "youtube", "chat", "mp4" o "blog" sean para ellos algo muy común y cotidiano y para los maestros un verdadero desafío que no todos afrontan de manera feliz.

"Las mayores dificultades la puede encontrar el docente más grande -cuenta Mana Massi, directora del Normal Nº1 de La Plata-, pero poco a poco todos nos vamos adaptando a los cambios que impone la tecnología. Para eso no sólo hay que capacitarse, sino también saber dónde están los límites. Un ejemplo es el de los teléfonos celulares, que en la escuela no están permitidos. Es un aprendizaje constante, tanto de parte de los chicos como de los maestros".

En ese colegio, para intentar tener una idea cabal de cuál es el conocimiento informático que tienen los estudiantes, se realizó la semana pasada una encuesta entre los alumnos ingresantes a las cinco carreras que se dictan en el nivel superior. El trabajo reveló que el 92% tiene mail, el 75% tiene una PC en su casa y el 54% cuenta con una conexión personal a Internet. Otro dato curioso que arrojó la encuesta en el Normal Nº1 fue que el 98% de los alumnos hace uso frecuente de la Web, y que uno de los programas más usados por ellos, con el 90% de los casos, es el procesador de textos word.

Los números que se manejan en esta escuela de la Ciudad hacen de alguna manera contrapunto con los datos que se tienen sobre el tema a nivel nacional. Tal vez el más llamativo, que surgió luego de un trabajo realizado por el Instituto de Investigación y Planeamiento Educativo de la Unesco, indica que cerca del 70% de los maestros argentinos nunca usó el correo electrónico y casi la misma cantidad no navega por Internet.

Sobre esto, desde la dirección provincial de Educación Superior y Capacitación Educativa se apunta que, si bien es cierto que "la brecha es muy amplia", el tema supone "un doble desafío pedagógico interesante. Porque por un lado se debe capacitar al docente y, por el otro, seguir formando a los alumnos para que vayan a la par de los avances tecnológicos. El desafío es achicar esa brecha y acompañarla con la estructura necesaria".

En el ámbito educativo se reconoce que hay inquietud por intentar revertir una problemática cada día más característica de las aulas del siglo XXI. Pero para hacerlo, se coincide, no sólo basta con planes de capacitación docente, sino que además se debe acompañar ese aprendizaje con una estructura importante en las aulas y, lo que acaso sea más complejo, un cambio radical en la manera de interpretar pedagógicamente las nuevas herramientas tecnológicas que aparecen día tras día.

"Siguen siendo pocos los docentes que tienen un conocimiento cabal de computación o Internet -sostiene Traversa-. En general, son los alumnos los que tienen que enseñarles a sus maestros de qué se trata la cuestión. Y es algo bastante lógico: los chicos nacen en un mundo tecnológico y eso hace que incorporen los nuevos conceptos de un modo natural y rápido, mientras que los profesores tienen que afrontar el desafío con varios años sobre sus espaldas sin haber agarrado tal vez una computadora en toda su vida".

Volviendo al estudio, otros datos que arrojan luz sobre la situación muestran que cerca del 40% de los docentes del nivel primario posee una computadora en su casa, contra el 65% del secundario. Mientras que sólo el 34% posee Internet en su hogar en el primer caso, y el 37% en el segundo. Sin embargo, el 87% de los docentes del país considera que la incorporación de las nuevas tecnologías en el aula ampliará las oportunidades de acceso al conocimiento por parte de los alumnos y el 78,5% piensa que facilitará la tarea docente.

"Los chicos de hoy son muy distintos a los de hace diez o veinte años atrás -explica Massi-. Tienen la tecnología incorporada a su vida, y eso hace que el maestro tenga ahora que estar doblemente preparado". No muy distinto es lo que aporta Traversa a la hora de analizar las conductas de los alumnos en materia tecnológica: "Los chicos no buscan la pantalla de una computadora para aislarse sino porque ahí están sus amigos. Este es un fenómeno asociado también a la restricción del espacio público. Y eso el docente también lo debe tener en cuenta".

LAS EDADES

Aunque identificado generalmente con los adolescentes, el fenómeno de las nuevas tecnologías atraviesa a toda la sociedad. Según un relevamiento de la consultora Prince & Cook, el 42% de los usuarios de internet argentinos tiene menos de 25 años. Y casi 2 de cada 10 todavía no cumplieron 18.