Los graffitis invaden escuelas, monumentos y edificios históricos

Los estudiantes de la escuela Media Nº 13 salieron a la calle a pintar las paredes exteriores del establecimiento de calle 22 entre 48 y 49. Libertad creativa en torno de algunas ideas centrales fue la premisa que manejaron los jóvenes, que pinceles, latas y brochas en mano se encolumnaron tras un objetivo: combatir los graffitis con una forma "menos agresiva" de expresión callejera.

La postal es una muestra de las estrategias a las que se echa mano para intentar evitar lo que parece inexorable; que más temprano que tarde, cada pared sin vigilancia permanente quede cubierta por inscripciones ofensivas, políticas, románticas, de adhesión a bandas de diversos géneros, futbolísticas, de identificación barrial o "tribus" urbanas.

El Teatro Argentino, el pasaje Dardo Rocha, los pedestales de monumentos. Los muros de las facultades, las canchas de fútbol, las plazas, las imponentes casonas post-fundacionales. Poco se salva, con los sectores más afectados en el microcentro y en las áreas comerciales de la periferia: lugares que a partir del anochecer van quedando desiertos, y son terreno fértil para el accionar anónimo.

El vandalismo de los aerosoles no perdona ni siquiera a las entidades comunitarias; el "Refugio del Angel", hogar de contención de niños ubicado en 530 y 116 de Tolosa, quedó cubierto de pintadas, obligando al centro comunal de la localidad a trabajar en su recuperación.

En este contexto, los recurrentes ataques contra el patrimonio escultórico de la Ciudad hicieron que los especialistas pidieran que se tomara conciencia de su riqueza, "para poder cuidarlo en beneficio de todos".

La profesora Laura Córdoba, del proyecto municipal Recupero, resumió el flagelo con dos ejemplos recientes: "la piedra fundamental se intervino para limpiarla cuatro veces, y el basamento del busto de Arturo Jauretche, en 4 y diagonal 79, cinco; los monumentos y las fuentes ubicados en lugares céntricos, sufren una permanente agresión con todo tipo de graffitis".

UN PROBLEMA HISTORICO

En la mayoría de las escuelas platenses se libra desde hace años una batalla interminable contra los graffitis. Cada vez que una asociación cooperadora resuelve "lavar la cara" a los castigados edificios, el emprolijamiento estético dura escasos días. En la avenida 51 entre 14 y 15, frente al Normal 1, se han llegado a ensuciar hasta las baldosas y los árboles.

En el caso de la Media Nº 13, la estudiante María Nazaria Cesín explicaba que "tapamos los graffitis viejos y nos expresamos; creemos que ninguno de la escuela va a pintar encima", mientras uno de sus pares, Juan Vera, transcribía sobre el muro el estribillo de "Mi semilla", de los rockeros uruguayos La Vela Puerca. "La idea es que tengan un sentido de pertenencia, que se sientan dueños del colegio y seguramente de esta manera ninguno va ir después a arruinar el trabajo que ellos mismos hicieron", se esperanzaron las docentes Nora Peranzi y Sara Vera.

SIN FRENO

En tren de proyectar el futuro, los datos oficiales no son alentadores: todos los espacios afectados al "Plan de Recuperación del Espacio Público" que lleva adelante la Comuna volvieron a sufrir ataques en diferentes modalidades. Esto llevó a que se decidiera vallar las fuentes de avenida 51 entre 7 y 12, y se intensificara la presencia de placeros. Sin embargo, resulta "imposible", se aclara, vigilar día y noche cada lugar en potencial riesgo de ser dañado.