Talleres sacó provecho de los errores de Camba

Cambaceres volvió a dar otro paso en falso en el torneo. Perdió 2-0 con Talleres, en Remedios de Escalada, cosechó la segunda caída consecutiva, y no consigue salir de la irregularidad que lo acosa, pese a que el rendimiento del equipo volvió a dejar cosas interesantes.

Cambaceres exhibió durante los primeros 25 minutos un juego ordenado, equilibrado y punzante, con dos hombres claves que manejaron la pelota y los tiempos: Jorge Casanova y Daniel Catriel.

Dentro de ese contexto, el Rojo fue más que Talleres, porque se mostró plenamente ambicioso, porque se plantó de manera inteligente en la mitad de la cancha, y además, porque fue el que propuso jugar a otro ritmo.

Y a la hora de los merecimientos, Cambaceres también se anotó algunos porotos. Un tiro libre impecable de Jorge Casanova que se estrelló en uno de los palos, y luego, un mano a mano desperdiciado por Ezequiel Yaniz.

Después de la media hora, Talleres empezó a cambiar su imagen, a partir del trabajo de Raúl Pérez en el medio y de Maximiliano Rodríguez (ingresó por Viqueira), que le dio otra dinámica al ataque.

Además, en la levantada de la "T", mucho tuvo que ver el bajón que experimentó Cambaceres, que no pudo sostener todo lo bueno que había hecho en los minutos iniciales.

Y en la primera de cambio, los locales llegaron al gol. Jugada por la derecha; pelotazo cambiado para Lutzky, que entrando por el medio la dominó y cruzó el remate ante la salida de Arias Navarro.

En el complemento, Camba comenzó mejor. Pero el entusiasmo le duró sólo quince minutos, pues Talleres, de a poco y con empuje, empezó a desnudar los desaciertos defensivos del Rojo, y a pisar el área con mayor insistencia.

Los de Ensenada se cerraron peligrosamente atrás y dejaron de generar peligro. La única jugada de riesgo fue otro mano a mano de Yaniz, pero esta vez, su disparo terminó lejos del arco.

Talleres lo pudo haber liquidado mucho antes, pero recién a los 42, le bajó la persiana al partido. Lateral por la derecha, Diego Rodríguez calcula mal en el salto y peina el balón hacia atrás, habilitando a Cérica, que con un potente disparo, fusila literalmente a Arias Navarro.