Son muchos los avances y también los pasos que faltan dar contra el hábito de fumar

Si bien el hábito de fumar persiste en nuestro país, es verdad también que son muchas las personas que intentan dejar el cigarrillo y que, asimismo, se están imponiendo en la realidad cotidiana distintas acciones y normas tendientes a combatir una costumbre tan perniciosa para la salud. Esta suerte de tensión social que acompaña ahora al tabaquismo constituye, entonces, un buen punto de partida para que las autoridades sanitarias intensifiquen las campañas que resulten beneficiosas para lograr aquel objetivo.

Una reciente nota publicada en este diario puso de relieve que son alrededor de 600 mil las personas que cada año procuran dejar el cigarrillo en el país, aún cuando sólo una minoría lo logra finalmente. A su vez, en nuestra ciudad se estima que más de 25 personas por mes encaran tratamientos formales para despedirse del tabaco. Lo concreto es que en los últimos años -según coinciden los especialistas- los fumadores tienen más conocimiento de los daños que provoca el cigarrillo y encaran cada vez con más énfasis tratamientos para abandonarlo.

El avance ha sido, por consiguiente, importante y se traduce en una mayor concientización del problema y de sus consecuencias. Hoy se conoce que los no fumadores viven diez años más que aquellos que fuman y que tienen una mejor calidad de vida. Pero, lo que sigue quedando en claro es que para muchas personas se convierte en algo muy complejo decirle adiós al cigarrillo de manera definitiva.

Si pocos años atrás se hablaba de la gran cantidad de fumadores existente, en los últimos tiempos se ha preferido aludir con mayor énfasis a las luchas que actualmente se encaran, en diversos frentes, para eliminar este hábito. Y si bien los especialistas coinciden en que hay un crecimiento en la demanda de servicios de atención para dejar de fumar, aclaran sin embargo que habría más si se aprobara la ley nacional antitabaco. Aunque también en el orden provincial está pendiente de sanción una norma contra el tabaco.

Cabe señalar que recientemente se conocieron cifras realmente inquietantes acerca de la incidencia que todavía registra la adicción al tabaco en nuestro país, en una situación que, pese a que ha descendido el número de fumadores y a que se advierten avances en la vigencia de normas que combaten el tabaquismo, obliga a las autoridades a no bajar la guardia y a persistir en las campañas que buscan hacer descender el número de fumadores.

Los especialistas coinciden en que se sigue careciendo de campañas permanentes y efectivas que tiendan a inculcar y generar en la población la debida conciencia acerca de los devastadores perjuicios del tabaco, tanto en quienes fuman como en quienes se ven obligados a "fumar" por compartir el espacio con los fumadores.

Estas campañas, que deberían ser promovidas por el conjunto de las jurisdicciones gubernamentales, basadas por cierto en los informes científicos y médicos que son absolutamente condenatorios del hábito de fumar, son las que deberían acompañar siempre a todas las leyes y disposiciones antitabaco que se dicten.