Camba falló en la definición y UAI Urquiza no lo perdonó

Defensores de Cambaceres volvió a ser el de siempre. Y sumó una nueva frustración. Perdió en el estadio 12 de Octubre, de Ensenada con UAI Urquiza 1-0, en el entreno de Alejo Santa María como técnico.

El conjunto Rojo, que volvió a evidenciar los mismos problemas que se vieron durante la gestión de Martín Zuccarelli, redondeó un trabajo apenas discreto, y así, cosechó otra derrota, fundamentalmente de local.

Durante la primera mitad, los dos equipos mostraron muy poco de lo que realmente pueden ofrecer. Con equivocaciones en las entregas, y escaso riesgo sobre los arcos.

Cambaceres, que venía embalado por la victoria sobre Excursionistas, en el Bajo, tenía la obligación de conseguir los tres puntos, porque su público se lo exige. Sin embargo, no pudo vulnerar a un Urquiza livianito, que a pesar del orden táctico, jugó lejos de Arias Navarro.

La falta de puntería en los metros finales, y los errores defensivos volvieron a repetirse una y otra vez. Por eso, a Cambaceres le cuesta horrores ganar, sobre todo, en Ensenada.

En el complemento, el partido, quizás, se hizo un poco más movido, pero el dueño de casa, más allá de insinuar algo distinto, volvía a desperdiciar todas las oportunidades de gol que se le presentaron.

Tal vez la chance más clara fue la de Casanova, que tuvo el arco a su entera disposición para marcar, pero finalmente, el disparo se fue lejos del travesaño.

UAI Urquiza, limitado tácticamente, pero convencido de lo que hacía, también mostró cosas interesantes en ataque, sobre todo, después de los 20 minutos. Dispuso de dos claras oportunidades, pero los palos se lo negaron.

Buscó lateralizar el juego, y cuando lo hizo, lastimó bastante a una defensa de Cambaceres insegura y errática.

Los dos equipos, por lo que habían ofrecido, se conformaban con el empate. Sin embargo, en el tercer minuto del tiempo adicional, el Furgón se llevó la mejor parte de la torta, cuando Mariano Romero "fusiló" dentro del área a Juan Arias Navarro, después de aprovechar un grosero error de Diego Rodríguez, en la salida.

Nadie lo podía creer. Cuando el empate era un resultado cantado, en sólo un minuto, Cambaceres se quedó con las manos vacías.