Cambaceres festejó con un gol olímpico de Casanova

Defensores de Cambaceres, que arrastra cuatro encuentros sin derrotas, se dio el gusto de festejar de local, después de tres jornadas. Y lo hizo con una victoria trabajosa sobre San Miguel por 2-1, en uno de los partidos válidos por la 30º fecha del torneo de Primera C.

Si bien el triunfo llegó sobre el cierre del partido, Camba fue un justo ganador y acreedor de tres puntos que se cotizan en oro.

El gran héroe de la jornada fue Jorge Casanova, quien le dio los tres puntos al Rojo con un soberbio gol olímpico que quedará en la historia, a cuatro minutos del epílogo.

El equipo de Ensenada tuvo un primer tiempo para el olvido. Pero supo reaccionar en el complemento.

Se sobrepuso a la adversidad, y a pesar de la expulsión de Jones, consiguió quedarse con los tres puntos y quebrar la racha negativa que tenía en su cancha. San Miguel sorprendió a todos en el arranque. Iturrería clavó un golazo espectacular en el ángulo superior derecho de Arias Navarro. El gol desacomodó a Camba. Le generó incertidumbre y hasta se sintió incómodo.

Pero en la parte final, creció el trabajo del conjunto local después de los diez minutos. Casanova, especialmente, y Jones empezaron a mover los hilos del equipo. Hasta que el volante estampó el 1-1.

Y a los 41, vino el córner desde la izquierda sobre el arco de la calle Quintana. La pelota voló por el aire y se cerró impulsada por el viento y por la comba que le dio Casanova. ¡Golazo!.

¡APARECIO EL MEDICO!

El choque entre Cambaceres y San Miguel estuvo cerca de suspenderse por un problema con el médico. El doctor Cruz Valerio no pudo asistir, pero envió un reemplazante. El facultativo cuando fue a firmar la planilla reglamentaria no tenía la credencial habilitante. Gastón Iglesias, el árbitro, ordenó no empezar el juego hasta que se consiguiera la misma. Pero este médico tiene el domicilio en La Plata y el viaje iba a generar una demora de varios minutos. Entonces, se lo ubicó de manera urgente al Dr. Raúl Zamponi. El ex presidente llegó rápidamente al estadio, mostró la credencial, puso la firma y el partido pudo comenzar, con media hora de retraso.