Esperan el cierre de más estaciones de servicio este año en la Ciudad

El efecto dominó parece no tener fin y a los más de 20 cierres de estaciones de servicio ocurridos en el Gran La Plata en los últimos dos años y medio, podrían sumarse una decena en un lapso de tiempo breve si no cambian las condiciones de abastecimiento, ya que las bocas de expendio de bandera blanca no reciben la cantidad suficiente de combustible para despachar a sus clientes y, por ende, terminan bajando sus persianas.

En septiembre del año pasado EL DIA publicó un detallado informe donde se mencionaba que sólo en los últimos dos años se cerraron más de 20 estaciones en el Gran La Plata -un cierre cada 30 días promedio-. La estadística fue suministrada por la Federación de Entidades de Combustibles de la Provincia de Buenos Aires (FECOBA).

El titular de la entidad, Luis Malchiodi, precisó que si bien desde ese mes hasta ahora no han vuelto a cerrar negocios del rubro, sí existen al menos una decena de estaciones que están "en estado de coma".

"Van camino al cierre porque ya no expenden combustible, solamente se mantienen abiertas porque realizan lavados de autos, funcionan como playas de estacionamiento, hacen cambios de aceite, engrases y todas tareas extras a la venta de nafta y gasoil. Al menos hay diez bocas de expendio que podrían llegar a bajar sus persianas de un momento a otro", puntualizó Malchiodi.

EN LA PLATA

Según FECOBA en la actualidad hay en La Plata unas 120 estaciones de servicio para abastecer a un parque automotor cada vez más numeroso: se calcula que circulan diariamente por las calles platenses unos 300 mil vehículos si se tiene en cuenta el caudal que llega de Capital Federal por la Autopista. De esas 120, una veintena son de las denominadas "bandera blanca", es decir que no cuentan con los colores de ninguna petrolera y en su mayoría son abastecidas por Destilería Argentina de Petróleo SA (DAPSA).

"De las veinte de bandera blanca la mitad está en una muy mala situación -señaló Malchiodi, también presidente de la Unión de Expendedores de Naftas y Afines (UENyA)- a punto tal que hasta han dejado de expender combustible y se limitan a cambiar aceite, lavar coches o bien a tareas mecánicas extras. Se asemejan más a lubricentros que a estaciones de servicio", sostuvo el dirigente local.

Para Malchiodi, si bien existen otros factores que llevan a la situación descripta, el principal es que "no podemos conseguir que el Gobierno garantice el abastecimiento de nafta y gasoil a las estaciones, de hecho muy frecuentemente se hace notar la falta de combustibles en los surtidores porque los cupos que arbitrariamente ponen las petroleras a los negocios del rubro no alcanzan para abastecer el mercado. Y eso ocurre tanto en La Plata como en otras ciudades de la provincia de Buenos Aires", expresó.

"Entonces -sostuvo- las estaciones terminan cerrando y eso es lo que puede ocurrir en breve con al menos diez comercios del Gran La Plata", indicó.

UN FENOMENO A NIVEL NACIONAL

El fenómeno no se da solamente en La Plata, es a nivel nacional. Pues en un informe publicado recientemente por un diario porteño, se menciona que en 2001 existían en todo el territorio nacional 6.157 estaciones de servicio para abastecer a un parque automotor de unos seis millones de vehículos -según cifras de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa)-. Pues el año 2010 terminó con 4.233 bocas de expendio, una reducción de poco más del 30%, según datos de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), y para abastecer a un parque automotor sensiblemente superior, de nueve millones de vehículos.

A nivel país, los dirigentes y expertos en este rubro comercial también vinculan la debacle de las estaciones argentinas con el "limitado abastecimiento por parte de las petroleras y la falta de rentabilidad del sector, pues al recortarles la disponibilidad de combustibles les recortan la posibilidad de ventas", señalan.

En ese aspecto, Malchiodi apuntó que "los cupos siguen manteniéndose a pesar de que la demanda es cada vez más grande. Por eso es común ver los conitos color naranja frente a los surtidores, cada vez con más frecuencia. Y los dueños de los negocios pierden así mucho dinero porque los gastos de mantenimiento de la estación siguen siendo los mismos, sin la posibilidad de vender combustible", señaló Malchiodi.

SECTOR EN CRISIS

Una simple recorrida por las calles de la Ciudad alcanza para advertir que la crisis del sector no se detiene. Varias estaciones permanecen prácticamente abandonadas, y los espacios físicos donde funcionaron totalmente carentes de mantenimiento. Algunos ejemplos: 520 y 131; 13 y 40; 122 y 43; 18 y 43; diagonal 74 y 16; 7 y 72; diagonal 77 y 3; y Cno Belgrano y 514 bajaron sus persianas en los últimos tiempos dejando sin trabajo a cientos de personas.

"Ya no es negocio", señalan los propietarios de estaciones, y explican que la vida de sus comercios depende del volumen de ventas. Son los mismos que hace apenas un año atrás estaban en condiciones de abastecer hasta 60 mil litros de naftas. Ahora dicen que con suerte las refinerías les entregan 15 mil.

En un escenario de precios subsidiados y con un fuerte condimento político, el sector acusa a las petroleras de presionar a estacioneros independientes a través del desabastecimiento para que cierren sus expendedoras. En ese razonamiento, las oficiales tendrían menos competencia en el mercado a la hora de vender combustibles.

"A las petroleras no les interesa el negocio de los particulares. Tienen estaciones propias y buscan llevar la posición dominante al mercado minorista", dice Malchiodi, quien ha realizado varias denuncias contra las petroleras tanto ante los organismos competentes del Gobierno como ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.

Malchiodi habla como dirigente del sector pero también como propietario de una estación de servicio. Como otros comerciantes del rubro, señala que las petroleras "buscan tener cada vez menos clientes, y por eso no están renovando los contratos a particulares. El nuestro es un negocio que ya no les interesa", concluyó.

"DUALIZADAS"

Impulsado por la diferencia de precio frente a las naftas, pero también por la creciente escasez de combustibles tradicionales, el GNC sirve hoy como una alternativa de auxilio para cientos de propietarios de estaciones de servicio que ven en ese nicho una posibilidad concreta para mantener a flote sus negocios. Eso explica el creciente fenómeno de las "dualizadas", es decir estaciones de servicio que ofrecen combustibles tradicionales y GNC en un mismo predio.