Otra trágica jornada de enfrentamientos en Egipto

EL CAIRO.- Cuatro muertos por heridas de bala fue el saldo de renovados enfrentamientos entre manifestantes y policías ocurridos ayer en la Plaza Tahrir de El Cairo, según revelaron fuentes médicas citadas por el diario Al Ahram en su edición electrónica. De acuerdo a los facultativos que recibieron los cuerpos sin vida de las víctimas en el hospital de campaña en la Plaza Tahrir, las muertes parecen ser el resultado de francotiradores.

Sin contar los cuatro casos denunciados ayer, el balance oficial de muertos hasta ahora en los enfrentamientos que se vienen sucediendo desde el viernes alcanza a 14, cuando comenzaron los disturbios frente a la sede del gobierno próxima a Tahrir. La reacción policial fue nuevamente, como viene sucediendo desde hace días, intentar evacuar la plaza Tahrir, símbolo de la Revolución del 25 de enero que derrocó al presidente Hosni Mubarak, atacando a los manifestantes que estaban concentrados en ella. Las fuerzas de seguridad avanzaron hacia los manifestantes antes de lanzar gases lacrimógenos y emplear munición real, obligando a los manifestantes a retirarse hasta el Museo Egipcio, situado en un extremo de Tahrir.

En este marco, la Junta Militar que gobierna el país desde la caída de Mubarak, lamentó las agresiones sufridas por mujeres durante las manifestaciones en El Cairo en su intento por apagar las protestas que, además de víctimas fatales, también dejaron casi mil heridos. Imágenes como la de una joven manifestantes golpeada y desnudada por fuerzas militares durante la protesta en los alrededores del Consejo de Ministros generaron duras críticas por parte de las fuerzas políticas egipcias y organismos internacionales. Además, una manifestación de mujeres recorrió las calles del centro de la capital para pedir que se respeten sus derechos. Consciente del malestar creado, la Junta Militar mostró su disposición a analizar cualquier iniciativa política para devolver la estabilidad al país, pero no hizo mención alguna a su salida del poder, como le exigen desde hace meses los manifestantes en Tahrir.