Dos que desafían al tiempo

Se conocieron en 1967 durante la filmación de la película "Los muchachos de mi barrio". El, que siempre sabe lo que quiere y cómo conseguirlo, no se anduvo con vueltas. Fue al camarín de ella, prácticamente una desconocida, y le anunció que de allí en más serían novios. Y lo fueron. Con un agregado: lo fueron para siempre. Lo de Ramón "Palito" Ortega y Evangelina Salazar fue, lo que se dice, un amor a "primerísima vista".

Hoy, 45 años después, ese mismo amor los encuentra en Villa Carlos Paz donde Palito participó del mega espectáculo "El gran show" en el Teatro Holliday. Pero no están solos. Y no lo estarán nunca. En esta oportunidad los acompañan sus tres nietos varones: Benito (6) hijo de Julieta, Bautista (11) hijo de Emanuel y Dante (11) hijo de Sebastián. Las tres nenas quedarán para las próximas vacaciones.

CANCIONES DEL RECUERDO

Y junto a los nietos también viajaron, como era de prever, los recuerdos. Feliz, riendo como un chico, Palito le canta a Evangelina la primera canción que le dedicó en 1968: "Te quiero así", que fue un éxito absoluto como parte, precisamente, de la película "Los muchachos de mi barrio". A los 70 años Palito recuerda.

"Cuando nos casamos vinieron muy pronto los hijos y yo trabajaba mucho -cuenta-. Estaba siempre de gira y Evangelina se la bancó muy bien. Una vez que los chicos crecieron y se fueron volvimos a noviar. Nosotros vivimos hoy un amor más profundo, más maduro, muy intenso. Evangelina me enamora cada día como si fuera el primero. Hoy volvería a escribirle `Te quiero así´, que sigue siendo nuestra canción".

Con una sonrisa que parece eterna, y sin dejar de mirarlo a los ojos, a los 65 años Evangelina dice: "El amor es muy fuerte. Hay que trabajarlo día a día, como en nuestro caso, que ahora de grandes estamos más enamorados que nunca. Estamos más atentos uno del otro".

Novios eternos, es cierto. Pero, además, Palito y Evangelina son padres. Y esto también es parte del amor que los une. Por eso su gran preocupación, pero también su gran esperanza, es la separación de su hijo Sebastián (39) de Guillermina Valdez (35). La pareja tiene dos hijas: Paloma (9) y Helena (6).

Optimista, Palito asegura que "entre ellos están muy bien. Se cuidan mucho. Están juntos en la casa, con sus hijos, todo el tiempo. Son dueños de sus decisiones. Uno puede aconsejarlos hasta cierto punto. Dios quiera que todo se solucione. Es lo que queremos todos. Tienen una excelente relación. El hace el asado, está ahí, juega con los chicos, está con ella...". A lo que agrega Evangelina: "Sí, viven juntos... a medias. El va a ver a los chicos y siempre se queda. Están viviendo un paréntesis. Tal vez una crisis pasajera".

GRANDES AMIGOS

Y como la amistad es una de las tantas formas del amor, Palito recuerda a dos amigos que estarán siempre en su corazón: Sandro y Charly García. Conmovido, evoca su último encuentro con el Gitano: "Estaba muy asustado. Me dijo que estaba preocupado porque le costaba subir los escalones de su casa. Fui cobarde. Como que no quise ir enterándome. Se le terminó la vida cuando quería empezar a disfrutarla. Con Charly me pasó diferente. Se salvó él mismo. Yo estuve ahí pero pero quien se salvó fue él. Hoy está enamorado y feliz.

Y de pronto, junto al amigo aparece de nuevo el abuelo. Sin lugar a dudas el rol que hoy lo define. "No me asusta la muerte -asegura-. Es algo natural. Sólo le pido un poquito más de tiempo para disfrutar a mis nietos".

Toda una definición del amor.