Redes Sociales: ¿Qué cuidados deben adoptar los padres de nenes chiquitos?

Marianela y Alberto tienen dos hijas y no hay un sólo integrante en esa familia platense que no tenga un perfil en Facebook. La última en abrir uno fue Malena, de 10 años. Su hermana mayor (Clara, de 19) hace ya unos dos años que mantiene su cuenta en la red social y suma en ella más de 200 contactos, aunque sólo un puñado de todos ellos son verdaderamente "amigos". Recién sumergida en las aguas de Facebook, Malena debe someterse al control no sólo de su madre a la hora de navegar, sino también al de su propia hermana. "Como yo no la quiero acosar -cuenta Marianela-, le pido a su hermana que le revise los contactos y me diga con quien chatea Male. Yo igual los conozco y se que son compañeritos del colegio, pero Clara sabe que tiene que estar atenta y cualquier contacto que no conozca, me lo avisa enseguida. Lo mismo hice yo con la mayor en su momento. Con el papá dejamos que tengan Facebook, pero las dos deben saber que hay límites. Y esos límites los marcamos nosotros como padres".

Todas mis amigas tienen Face -cuenta Malena, de 10 años-. Yo pedí permiso en casa y abrí la cuenta sin drama. Bah, mentí la edad pero no pasó nada

Algo risueña pero convencida, la voz de Marianela retrata una escena familiar que es postal cotidiana en miles de hogares de nuestra región. Pese a que Facebook, la red social más grande del mundo cibernético, exige que el usuario tenga al menos 13 años para abrir un perfil, lo cierto es con una simple mentira a la hora de registrarse esta barrera se sortea sin mayores problemas.

"Todas mis amigas tienen Face -cuenta Malena, muy suelta-. Yo pedí permiso en casa y abrí la cuenta sin drama. Bah, mentí la edad pero no pasó nada". Ella en realidad forma parte de la enorme cantidad de chicos menores de 13 que abrieron su perfil en la red social sin mayores obstáculos. Son mayoría pero hay excepciones: según la consultora ComScore, de hecho, hay unos 20 mil usuarios cuyas cuentas son cerradas cada día por los operadores de la empresa, luego de constatar que no cumplen con el requisito de la edad.

Si bien muchos padres ni siquiera conocen el límite que impone Facebook (como Marianela, que aseguró que "ni idea que había restricciones para los más chicos"), lo concreto es que hay opiniones para todos los gustos dentro de este campo. En lo que se coincide es en que, al menos hasta que estén en edad de manejarse solos por Internet, a los chicos se les debe conocer su actividad en el mundo cibernético.

O al menos parte de ella, porque son varios los especialistas que señalan a la confianza como un valor clave dentro de esta relación. Cecilia Traversa, por caso, máster en Psicopedagogía, asegura que "si el chico tiene una buena formación, con un diálogo fluido con sus padres y la transmisión de valores de respeto, no hay por qué estar controlando todo el tiempo su vida en el ciberespacio. Se debe construir un lazo de confianza, y para eso es importante que, dentro del modelo cultural familiar, los padres participen y ayuden a que no haya ocultamientos ni secretos".

CUIDADOS

A la hora de analizar y evaluar los recaudos que los padres deberían tener al permitir un uso libre de las redes sociales por parte de los más chicos, muchos expertos fundamentan estas precauciones en que, en el universo de redes como Facebook, el contacto con desconocidos puede resultar peligroso, y los datos que se brindan en este medio deberían ser supervisados.

Sobre esto, por ejemplo, hace referencia un estudio reciente realizado por la Asociación Chicos.net sobre la conducta de adolescentes de 13 a 18 años, que indica que un 20,3% de las chicas de entre 13 y 15 años que utilizan Facebook publican su número de celular.

"No se observa un cuidado especial al publicar datos personales en la Web. Casi todos los chicos publican su nombre completo, colegio, localidad, fecha de nacimiento y mail como parte de la información personal". Esta es la conclusión de la investigación, que habla de una necesidad de orientación adulta.

Además, Facebook es una red masiva en la cual los jóvenes pueden subir sus fotos. La investigación señala que casi la totalidad de los 250 chicos y chicas cuyos perfiles fueron analizados, exponen fotos de sus casas. Esto puede representar un factor de riesgo teniendo el cuenta el resto de los datos exhibidos.

Según se apunta desde el portal Educ.ar, del Ministerio de Educación de la Nación, el vínculo de los chicos con las redes sociales demanda tanto a padres como a docentes, dado que ambos tienen como tarea principal acompañar a los chicos en su crecimiento. "Es fundamental guiar a los adolescentes, enseñarles a cuidarse y respetarse, como así también explicarles los riesgos de publicar sus datos personales", se apunta.

Los investigadores señalan que los adolescentes no diferencian las características de un espacio público y uno privado, y que consideran que la información expuesta está sólo al alcance de amigos y conocidos. Aunque hay señales que indican que sus perfiles incluyen a desconocidos. Una de estas señales tiene que ver con la cantidad de "amigos" -como se denomina a los contactos en Facebook- que tiene cada chico. Del total de la muestra realizada por Chicos.net, se desprende que sólo el 1,6% de los chicos tienen hasta 49 amigos; el 55,2 tiene entre 50 y 349 contactos; el 34,8 suma entre 350 y 799 contactos; y el 8,4 alcanza más de 800 amigos.

"Los chicos ya nacen con una cultura tecnológica incorporada que sus padres desconocen -señala Traversa-. Los adultos debemos ser conscientes de esta realidad pero de ninguna manera sentir miedo ante las nuevas tecnologías. Es un aprendizaje, y es importante que los propios padres transiten ese aprendizaje junto a sus hijos. Es la mejor manera de establecer vínculos de confianza".

Otro aspecto que remarcan los expertos es que se le debe recordar a los adolescentes que las redes sociales cuentan con la posibilidad de establecer perfiles de privacidad, algo clave para evitar que cualquier desconocido acceda a datos personales y de la familia. Lo mismo sucede con las imágenes: hay que tratar de hablar con los chicos y explicarles que no se trata de ponerles restricciones, sino simplemente de cuidarlos para evitar que se den a conocer con personas que pueden dañarlos física y emocionalmente.

"Hay padres que abren perfiles para controlar qué hacen sus hijos y con quiénes se relacionan en Facebook -destaca Traversa-. No creo que sea una buena manera de controlar ni de cuidar, porque siempre es importante respetar la intimidad de los chicos".